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Los bajos del Casino recuperan su imagen clásica y todos los locales están ya ocupados y a punto de abrir. Algunos, con las obras muy avanzadas, están a la espera de recibir las licencias municipales que les permitan poner en marcha sus negocios cuanto antes, ... ya que la temporada alta está a punto de comenzar. La recuperación de la arquitectura clásica se ha centrado en los bajos ubicados a la derecha de las escaleras del edificio –al mirarlo de frente–, que son aquellos que desde los años 70 tenían 'peceras' (terrazas metálicas fijas) anexionadas a la fachada. En total, abrirán tres nuevos negocios que se suman a la farmacia, que se trasladó desde la parte izquierda del inmueble y que ya está abierta.
La clínica de Quirón Prevención ya está prácticamente terminada y esta semana estaban colocando el mobiliario con intención de dejar el local terminado. Con las licencias preaprobadas, esperan a los últimos permisos para poder abrir próximamente. Al lado de esta clínica está la farmacia, ya operativa, y a su izquierda abrirá pronto, o eso esperan sus propietarios, un negocio de hostelería, La Primera.
Las obras en este local ya están muy avanzadas y los trabajadores colocan ya los muebles, pero desde la propiedad aún están esperando obtener las licencias municipales necesarias para poder abrir. «Llevamos gestionándolo desde noviembre. Eso de que tardan tres meses no es cierto», lamentan. Además, explican que cada cambio que les exige el Ayuntamiento en la documentación, atrasa varias semanas la obtención de las licencias. «Y hay cosas rocambolescas: te piden que insonorices el local y, cuando lo tienes hecho, te piden que señales las fuentes de sonido». Esperan que la situación se resuelva este mes, porque su idea era abrir el 1 de mayo y ya tenían a la plantilla preparada. «Como no hemos podido abrir, se han ido a otro sitio».
A punto La clínica Quirón Prevención ya está colocando el mobiliario para inaugurar en próximas fechas
A la espera El restaurante La Primera espera aún la licencia para poder abrir, que solicitó en noviembre
Los que quedan Los dos locales que están aún tapiados albergarán un Burger King y un restaurante asiático
Entre La Primera y las escaleras del Casino abrirá Burger King, que aún está tapiado y no se puede ver desde el exterior cómo van las obras. En este caso, como apuntan hosteleros de la zona, también están a la espera de obtener las licencias municipales necesarias para abrir.
A la izquierda de las escaleras, como no fue necesario desmontar 'peceras', la actividad no se ha visto interrumpida por las obras y allí siguen desde hace años una sucursal del Banco Santander, Mantequerías Cántabras y el restaurante Al Norte, que ocupa desde 2021 el espacio que dejó la heladería La Italiana. Lo que sí es reciente es su terraza, que colocó hace un mes y medio con la llegada de la primavera. Eduardo Pellón, el propietario del local, celebra que vayan a abrir más restaurantes en los bajos «porque da ambiente a la zona». Su trayectoria en la plaza de Italia viene de lejos, ya que en su día regentó el Rocamar, un clásico de los bajos y uno de los que contaban con las míticas 'peceras'.
Aunque todos los locales de los bajos están abiertos o cerca de hacerlo, el que está localizado entre Al Norte y las escaleras del Casino (a su izquierda) es el que menos avanzado está. A simple vista no se aprecia que se esté trabajando en el interior –sigue tapiado– pero está previsto que allí abra un restaurante asiático.
Los bajos del Casino recuperan su imagen después de medio siglo ocultas tras las terrazas fijas de los locales de hostelería. La plaza de Italia fue un 'boom' de bares y restaurantes que en los años 70 empezaron a consolidar sus terrazas para ganar metros a la calle. Cuando se instalaron las 'peceras', que eran metálicas y de cristal, era imposible ver los arcos que ahora se han recuperado. Han tenido que pasar 50 años, por lo que muchos santanderinos no conocían la imagen clásica de estos locales. El Lisboa, el Rocamar, el Erikka o La Góndola fueron algunos de los populares restaurantes que durante cuatro décadas llenaban sus locales y sus 'peceras' y que cerraron entre 2012 y 2015. No porque los negocios dejasen de funcionar, sino porque, con el fin de la renta antigua y la extinción de cada contrato, los negocios fueron cerrando. La reforma de los bajos no arrancó hasta 2022 y ahora, dos años después, su nueva imagen es una realidad.
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