Así es la nueva sede de la Policía Local de Santander

Las dependencias de la nueva sede de la Policía Local de Santander son «entre seis y ocho veces» más amplias que las de la calle Castilla. Pero, más allá del tamaño, las mejoras son considerables en muchos otros aspectos: ahora, tienen una de las galerías de tiro más modernas del país, un gimnasio con máquinas profesionales, mobiliario a estrenar, la última tecnología para rastrear urgencias, taquillas del tamaño de armarios, amplios despachos y salas de reuniones y un salón de actos con capacidad para más de un centenar de personas. Está, como apuntan, «sobredimensionado», con vistas a los agentes que se unirán a la plantilla en los próximos procesos selectivos.

Eso sí, las obras del nuevo edificio, ubicado en Camarreal, se han prolongado más de lo esperado. Aunque estaban prácticamente terminadas en 2020, algunas deficiencias en la estructura, como las filtraciones de agua en los calabozos, han ido retrasando el traslado de los efectivos. Ahora, ya están resueltas y los diferentes servicios empezarán a moverse a la flamante sede en las próximas semanas. Los primeros serán los encargados de las tareas administrativas y «la intención es que el 80% de los servicios estén en la nueva sede para marzo», apunta el concejal de Protección Ciudadana, Pedro Nalda. También estarán en esta infraestructura los agentes de movilidad, que hasta ahora trabajaban en unas dependencias separadas del resto de agentes en El Alisal.

En la actualidad se está trabajando en la instalación de todo lo relacionado con la informática, como las conexiones a internet o el traslado de ordenadores. Como muchos son de reciente adquisición, se seguirán usando y se reemplazarán los que ya se hayan quedado obsoletos. De momento, solo trabaja en Camarreal el policía encargado de recibir a los ciudadanos, ya sea para hacer denuncias o para ir a objetos perdidos.

Todo el mobiliario es nuevo: mesas, armarios, sillas, taquillas... Y ya está colocado. Los despachos están listos a falta de que lleguen los aparatos, como ordenadores y teléfonos, además de la documentación que cada empleado tenga que llevar a su nuevo puesto de trabajo. «Ahora, hay un sitio específico para cada actividad», apunta el jefe de la Policía Local, Gustavo Zabala. Se refiere, por ejemplo, a la sala que se dedicará en exclusiva a realizar mensualmente los exámenes para obtener el permiso de taxi.

El salón de actos tiene capacidad para más de cien personas «mientras que el de la sede actual es la cuarta parte. Además, fue perdiendo espacio a medida que se necesitaba destinar a otros espacios, como despachos», describe Zabala, que califica la nueva sede de «salto al futuro». Otro de los espacios totalmente renovados es el gimnasio, con decenas de máquinas de fitness y pesas. Además, falta por colocar un tatami para ejercicios de contacto y sacos de boxeo. También hay muchos más vestuarios que en la calle Castilla, en este caso separados por categorías y géneros. Cuentan con baños y taquillas de gran tamaño donde caben los uniformes de verano y de invierno, el calzado y los cascos. «Y hay tantos baños que parece que hay uno para cada uno», cuenta Zabala. También hay una zona de descanso, con televisor, nevera, microondas y mesas para que los agentes puedan comer allí.

Una de las salas más amplias será la destinada a atender emergencias, con doce puestos de atención y amplias pantallas generales desde las que podrán verse todas las cámaras de la ciudad para gestionar operativos. Desde ahí, también podrá coordinarse el tráfico del transporte urbano (TUS). Además, cada agente contará con tres pantallas para poder utilizar varios programas al mismo tiempo.

La nueva galería de tiro de la Policía Local es única en Cantabria y prácticamente en España. Con modernos sistemas de ventilación para evitar que se acumule el plomo y unos blancos móviles que permiten practicar con armas cortas y largas. Lo más novedoso es que, además de moverse, los blancos cambian de 'delincuente' a 'ciudadano' para que la experiencia sea más real a la hora de disparar. También se pueden regular las luces para simular diferentes momentos del día. Los agentes, además, tienen armeros individuales en una zona restringida de alta seguridad.

A los calabozos, en el sótano, se puede acceder directamente por el parking y el recorrido se sigue con cámaras. Además, los hay para unas horas o para pasar la noche, con camas incluidas.

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