Las nuevas dependencias de la Catedral abrirán sus puertas la semana que viene

Las dos plantas superiores de las dependencias, que se abrirán al público como sala de consulta e investigación, acogen el Archivo Diocesano, de gran valor histórico y documental con más de 13.500 registros. La amplia reforma acometida soluciona dos cuestiones que eran motivo de especial preocupación en el Obispado. Primero, el hecho de que los archivos se encontrasen separados en diferentes ubicaciones. «Estaban en distintos lugares. Aquí el catedralicio y en el Seminario de Monte Corbán el diocesano», comentó en su día Manuel Sánchez Monge, obispo de la diócesis de Santander. Y, segundo, el complicado acceso a la Catedral «para la gente mayor» que acude de manera habitual al templo y tiene dificultades para hacerle frente a las escaleras. Solventado con el ascensor instalado desde Juan Plaza hasta el claustro. Además, el espacio servirá como punto de «reconciliación y reconocimiento mutuo entre fe y cultura» porque las salas también se utilizarán para acoger eventos culturales.

Durante las obras, la maquinaria se encontró con una bóveda inesperada. Se trataba de un refugio antiaéreo de la Guerra Civil, que se conoce con el nombre del Frontón de Cristo, del cual se desconocía la ubicación. En concreto, se conservan setenta metros de los cien originales. Aunque había noticias de su existencia -figura en la numerosa lista que se recoge en el libro 'Una ciudad bajo las bombas', de José Manuel Puente Fernández-, se daba por perdido hasta que el 19 de septiembre de 2019, durante los procesos de excavación en la Catedral, apareció «una estructura soterrada a modo de túnel», que también podrán visitarse ahora.