Así será el nuevo Alisal

El bautismo como 'nuevo Alisal' (el nombre oficial es 'Ampliación del Cierro del Alisal') tiene todo el sentido. Geográficamente es la prolongación de un barrio que ha protagonizado buena parte del crecimiento urbano en las últimas décadas. Llevará tiempo, no obstante. De entrada, la urbanización ya en marcha (saneamiento, electricidad, aguas...). La primera fase aparece en el gráfico que acompaña esta página rodeada por una línea roja, pero el plan inicial de hacerlo en dos partes (dos fases) se ha quedado finalmente en una conjunta. Casi diez millones en 18 meses que, entre otras cosas, permitirán dotar de la condición de solar –condición antes de empezar a construir– a dos parcelas (números cinco y seis) para las que ya está definido su uso.

Lo que se detalla a continuación es el uso previsto para los nuevos espacios cuando termime la urbanización y otros cambios paralelos al proyecto.

Si uno avanza desde el tanatorio de La Montañesa cuesta arriba (habrán aparcado en esa calle alguna vez) se da cuenta de que no tiene salida. Se corta. Acaba en nada poco después de que aparezca a un lado (a la izquierda) un desvío para Isaac Albéniz. Pues bien, en la primera fase de la urbanización de los terrenos se dará continuidad a la calle Alfredo Kraus (la que está cortada). Seguirá hasta conectar con una nueva rotonda.

La prolongación de la calle Alfredo Kraus desembocará en una rotonda, que también forma parte de la fase de la urbanización (y, por tanto, se pagará con su presupuesto). Esa glorieta supondrá unir Alfredo Kraus con la calle Adarzo y con una tercera vía, una calle aún sin nombre que surgirá como consecuencia del propio proyecto. «La rotonda mejorará la movilidad en el entorno de la calle Adarzo y del Alisal», destaca el concejal César Díaz.

En la urbanización se incluye la remodelación de un tramo de 270 metros de la calle Adarzo. «Hay una reclamación vecinal desde hace tiempo», señala Díaz. Ese tramo contará con aceras de tres metros, dos carriles en la calzada de 3,5 cada uno, aparcamiento en cordón en uno de los lados y una doble fila de árboles (una en cada acera). Pero no será el único cambio previsto en esta calle. Fuera del ámbito de actuación de la urbanización del Nuevo Alisal, el Ayuntamiento tiene prevista la mejora de otro tramo de calle. Una obra en paralelo, pero asociada, en otros 170 metros que están (fuera del mapa de esta página) entre Herrera Oria y la nueva rotonda que se construirá.

La urbanización de los terrenos deparará una calle nueva en el mapa de Santander (obviamente, aún sin nombre). Partirá de la rotonda una vez creada y transcurrirá prácticamente en paralelo a la calle Adarzo (la glorieta unirá estas dos vías con Alfredo Kraus).

Como ya se ha dicho, la urbanización de los terrenos dota a las parcelas resultantes de la condición de solar. Eso significa que ahí, cuando tenga esta condición, ya se puede edificar. Y justo eso es lo que pasa con este espacio, que ahora no existe como tal (serán las calles que lo delimitarán las que lo den forma). Este en concreto aparece destinado para uso comercial privado (una gran superficie o un centro comercial, por ejemplo). No parece casual que este solar y el siguiente en la lista estén incluidos en la fase inicial del proyecto. La Junta de Compensación podría ya tener un destino comprometido para estos terrenos.

Surge en el mapa del mismo modo que el solar anterior (también en la fase uno del proyecto). Pero, en este caso, el destino de este espacio es para un uso social/residencial de carácter privado. En este sentido, aquí podrían levantar una residencia, una mutua...

Este apartado incluye tres zonas del mapa (todas marcadas con el número siete). Aquí es donde está previsto levantar viviendas (uso residencial) siguiendo el modelo de manzana cerrada (bloques que forman manzanas con espacios interiores). Con carácter privado, de aquí saldrá el grueso de las 1.136 viviendas de distintos tipos que están previstas en el nuevo Alisal, según se ha hecho público. En todo caso, esto será después de la fase de urbanización.

En este doble espacio (marcado por el número ocho) es donde se contempla la construcción de las 336 viviendas públicas que incluye el proyecto. Divididas en seis bloques también en concepto de manzana cerrada. Desde el Ayuntamiento confirman que se cederán las parcelas a la SVS (Sociedad de Vivienda y Suelo de Santander) para la promoción de vivienda asequible «y seguir fomentando el alquiler con derecho a compra». La idea es adelantar todos los trámites y «tener encargados los proyectos en paralelo a las obras de urbanización para poder empezar a construir en cuanto los solares están disponibles».

Es uno de los dos solares que quedarán listos para edificar y que están destinados a equipamientos públicos (se cederán al Ayuntamiento). Este, en concreto, a usos deportivos. Cuenta con una edificabilidad de 5.500 metros cuadrados que podrían estar destinados, por ejemplo, a levantar un pabellón polideportivo.

La segunda de las parcelas destinadas a equipamientos públicos que surgirá tras la urbanización (en las mismas condiciones que la anterior). Aquí la edificabilidad es de 6.800 metros cuadrados (es más grande que el otro terreno) y el uso previsto para este espacio es educativo. La idea, por tanto, es la de levantar un centro educativo (colegio, instituto...).

Esta extensión de terreno alargada (comprende todo lo que en el gráfico va en color amarillo y discurre en paralelo a la nueva calle que creará el proyecto) es la segunda gran zona destinada a uso residencial. O sea, que lo previsto aquí es construir viviendas con carácter privado una vez que esté urbanizado. Eso sí, la edificación en este caso no será de manzanas cerradas, sino abierta. En bloques individuales sin zonas interiores (en el gráfico se han pintado cuatro, pero sólo con carácter orientativo para definir su tipología –en una infografía que se ha hecho pública son cinco–). El proyecto presentado por la Junta de Compensación incuye también el soterramiento de unas líneas de alta tensión que están en esta parte.

El último espacio del nuevo Alisal se destinará a parque público «para el disfrute» de los vecinos (ahora es una zona de prados). Se trata de una franja de terreno que se ubicará entre los bloques de viviendas del punto anterior (señalados con el número once) y las vías del ferrocarril que pasan por la zona. Aquí se englobará, según se dijo en su día, la fuente, unas escaleras y el lavadero existentes en la actualidad. Integradas, según detallaron desde el Ayuntamiento por entonces, en un parque atravesado por varios caminos.