El nuevo campo de El Regimiento «tiñe de negro, se encharca y está mal iluminado»

Las instalaciones recién reabiertas pertenecen al IMD, que ha invertido 400.000 euros en la obra. Unas intervenciones que todos los equipos que entrenan allí celebraron por todo lo alto hasta que vieron que el resultado no era el esperado. «Estábamos encantados con las obras porque el terreno estaba horrible», explica Lucía Alonso, la presidenta del club Cervantes. «Pero tras la alegría, vino la decepción». No culpa al IMD y asegura que la comunicación con ellos es «excelente». «El director garantiza que buscarán una solución con la empresa que ha hecho la obra», añade.

Como apunta Alonso, limpiar la equipación después de los entrenamientos y partidos es misión imposible. «Hay que darle bien con Volvone antes de meterlo en la lavadora y aún así no queda bien. Celebramos que los partidos sean fuera para no tener que enfrentarnos luego a lavar todo». Como apuntan también desde el Castroverde, los padres temen las consecuencias del exceso de caucho: algún niño ha ido al médico porque se le había introducido en las mucosas.

En la carta enviada a todos los clubes que juegan allí, el IMD aclara que el caucho «no presenta ninguna sustancia clasificada como peligrosa para la salud» y que así lo validan los informes municipales. Los técnicos indican que puede deberse a que el material «no se ha secado adecuadamente después del montaje», aunque están analizando las posibles causas y soluciones con los responsables de la empresa fabricante del césped y del montaje del campo. «En caso de que sea necesario realizar actuaciones adicionales, se pondrán en práctica a la mayor brevedad posible», reza la carta. Por último, piden a los clubes que trasladen al Ayuntamiento si prefieren continuar utilizando el campo de El Regimiento -en General Dávila- o volver a entrenar en otras instalaciones del IMD, como hicieron durante las obras.

Aunque todavía no hay un diagnóstico de qué ha podido ocurrir, desde los clubes señalan que «parece que han mezclado el caucho antiguo con el nuevo». A lo que hay que sumar que el campo «sigue encharcándose en los mismos puntos que antes» y, por si fuera poco, la iluminación «es peor» y el marcador «necesita un programa para funcionar que no nos han explicado a nadie». Todo esto afecta al propio juego, ya que este exceso de caucho impide que el balón ruede como debería.

Las críticas no han tardado en hacerse eco desde la oposición y tanto el PSOE como el PRC han afeado las deficiencias de la obra al Ayuntamiento. El portavoz socialista, Daniel Fernández, ha registrado una batería de preguntas para el Pleno que se celebrará mañana y espera que el PP responda a «lo que todo apunta que es una nueva chapuza en las obras». Los regionalistas coinciden en lo de «chapuza» y el concejal Vicente Nieto añade que «lejos de solucionar» el problema de drenaje y acumulación de agua que presentaba esta instalación, la colocación del nuevo césped ha supuesto la «numerosa y llamativa» aparición de las bolas de caucho. Además, teme de su «posible toxicidad» -aunque el Consistorio insiste en que no lo es- y preguntará por ello en el próximo Consejo del IMD.

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