El nuevo hogar de la familia superviviente del incendio de La Albericia

La asociación de peñas del Racing ha contribuido a hacerlo realidad, ya que han recaudado 3.500 euros para ayudarles a pagar los primeros meses de alquiler y a comprar algunos muebles, ya que perdieron todo en el incendio. Desde el primer momento, esta familia originaria de Perú dejó claro que no tenía intención de que les regalasen nada, pero les costaba encontrar un lugar al que trasladarse. Con secuelas de la explosión –ya que tuvieron que tirarse por la ventana de su antigua casa– han dedicado tres meses a buscar un piso en el que vivir. Necesitaban una vivienda a la que fuera fácil acceder, ya que Johan aún usa muletas, su madre, Doris Emperatriz, va en silla de ruedas, y su mujer, María del Pilar, sigue resentida de su fisura en la cadera. Además, necesitaban un piso de al menos tres habitaciones y su tope económico eran 700 euros al mes.

Y por fin han encontrado una vivienda que reúne las condiciones. Aunque no tiene ascensor –lo único que no cuadra al 100% con sus necesidades–, tienen confianza en que Doris pueda caminar en las próximas semanas y subir las escaleras de la que, esperan, se convertirá en su hogar a largo plazo. Un lugar donde «empezar de cero». Firmaron el alquiler ayer y están en medio del proceso de mudanza, con cajas por todas las habitaciones, muebles por montar y otros ya operativos. Queda trabajo por delante, sobre todo teniendo en cuenta que no están recuperados de sus lesiones, pero «estamos contentos por dejar atrás todo lo que nos ha pasado y recuperar poco a poco nuestra vida».

La ayuda por parte de las peñas del Racing llegó de forma totalmente inesperada. El abogado de esta familia, que les lleva todo lo relacionado con la vivienda que ocupaban en la Albericia, tiene un compañero en el bufete que está dentro de una peña. Y hace unos meses, recaudaron dinero para ayudar a los afectados de la dana de Valencia, pero les sobró una parte que querían destinar a otra acción solidaria. «Como nos conocía a través de nuestro abogado, propuso que nos entregasen el dinero a nosotros y estamos muy agradecidos», explica esta familia.

1 /

De los 3.500 euros, una buena parte se ha ido en adquirir muebles, ya que el piso al que se han trasladado estaba vacío. El resto, servirá para pagar el alquiler. «Hemos pagado tres meses por adelantado para justificar cuanto antes a qué hemos destinado el dinero», apunta Johan. Son 700 euros mensuales, que seguirán pagando él y María del Pilar con sus sueldos –y con la baja, ya que todavía no se han reincorporado al trabajo–. También el piso al que se acaban de mudar lo han encontrado gracias al boca a boca. El sobrino de Johan, Jhordano Jhosmell, comentó su situación con un amigo del colegio y su padre tenía este inmueble disponible, por lo que se lo ha ofrecido en cuanto lo ha acondicionado y dado una capa de pintura.

Ya se han empadronado en su nueva casa y esta semana irán al consulado de Perú, en Bilbao, a sacar una copia de su documentación, ya que perdieron todos sus papeles en el incendio. También tienen revisiones pendientes en las próximas semanas con sus especialistas de Valdecilla. Su vida, poco a poco, vuelve a enderezarse. «Nos seguiremos cuidando entre nosotros, sobre todo a mi suegra, que es quien peor ha estado. Parecía imposible llegar hasta aquí y por fin lo hemos hecho», concluye María del Mar.