Un nuevo hotel en la calle Cervantes aumenta la oferta de alojamiento

Azulejos verdes, mezclados con los tonos negros de los balcones y el blanco del marco de las ventanas, sustituyen ahora la deteriorada fachada del número 5 de la calle Cervantes. El edificio, totalmente renovado, tiene cinco plantas. Esto es lo poco que ha trascendido hasta ahora sobre este establecimiento, ya que la empresa prefiere no hacer declaraciones al respecto. Aunque, a juzgar por la estética del edificio, todo parece indicar que el hotel será de características similares al que ya abrió esta misma compañía en la calle Cisneros. En los trabajos de reforma han seguido la misma filosofía, es decir, reformar un edificio «señorial» -así lo definen en su página web-.

Las habitaciones del hotel de Cisneros son todas bastante similares, con la diferencia de que algunas tienen balcón y por lo tanto su precio es mayor. Todas ellas cuentan con una pequeña cocina que dispone de «frigorífico, cafetera, tetera, tostadora, microondas y menaje». Además, cuentan con un servicio de auto check-in, de forma que los huéspedes disponen de códigos personales de acceso a la habitación sin necesidad de pasar por recepción.

La apertura de este nuevo establecimiento en Cervantes -aún se desconoce la fecha de inauguración- confirma la tendencia de los hoteles pequeños, que se levantan en edificios clásicos: está el Petit Boutique Hotel, en la Avenida de Los Castros; el Sol Boutique, en la calle del Sol; el Hotel Soho Boutique Palacio de Pombo, con entrada por Marcelino Sanz de Sautuola...

Muy cerca de estos dos hoteles de la compañía Urban Suite Santander también se encuentra el hotel Citrea, una apuesta de la familia Cuevas -la del expresidente de la Asociación de Hostelería, Ángel Cuevas- en la calle Magallanes que prevé abrir sus puertas antes del verano. Un proyecto que se ha encontrado varias piedras en el camino, ya que han pasado siete años desde que se conoció que el barrio La Florida albergaría este nuevo hotel. De hecho, los trabajos de reforma de este edificio de cinco plantas sufrieron varios parones hasta que finalmente podrá abrir sus puertas este año.

De este plan sí que se conocen más detalles, ya que fue el propio equipo de gobierno el que los aportó en 2019. Se sabe que el proyecto ha supuesto una reforma integral que ha contado con una inversión de casi un millón de euros y que se ha transformado en parte la fachada sur, ampliando huecos para realizar la entrada al establecimiento, aunque manteniendo la tipología del edificio y habilitando así un hotel de tres estrellas con treinta habitaciones (veintitrés dobles y siete individuales).

Además hay que tener en cuenta la demolición de la entreplanta existente, la construcción de un sótano de 35 metros cuadrados que alojará el aljibe y servicios, la sustitución de la carpintería exterior y los miradores, la modificación de los acabados exteriores en fachadas y la reconstrucción de las galerías. Las obras también incluían la renovación de las instalaciones y el acondicionamiento interior para habilitar las habitaciones y los espacios comunes, ya que el edificio estuvo destinado a viviendas y locales comerciales.