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Vista la fuerte demanda de plazas para autocaravanas que hay en Santander, el Ayuntamiento trabaja en la puesta en marcha de una segunda área municipal frente al campo de golf de Mataleñas. La alcaldesa, Gema Igual, ya adelantó que «se respetarán los sitios habilitados para ... coches» y, respecto al número de plazas, todavía está por determinar, aunque la normativa no permite más de treinta. Está previsto que las obras comiencen después del verano y también queda por concretar si será de pago –como piden los campings para evitar la competencia desleal– o será gratuito como el que se ubica junto al parque de Las Llamas.
Este proyecto forma parte del Plan de Excelencia Turística y su puesta en marcha no dará todavía solución a la saturación que aglutina este tipo de vehículos en la ciudad en temporada alta, que ha dejado en los últimos años estampas de vehículos invadiendo espacios no regulados, como el parque de Mesones, Las Llamas y un largo etcétera de parcelas y calles secundarias donde se esconden de la vigilancia policial. Este mismo verano, en el parque de Mesones, dos furgonetas montaron una especie de acampada y la situación se fue de las manos, en ese mismo lugar, hace dos años, cuando aparcaron allí media docena de ellas.
La surrealista estampa provocó que los vecinos de la zona llamasen a la Policía Local, que cuando llegó a este espacio de El Sardinero solo encontró a una de ellas, a cuyo propietario interpusieron una multa de 200 euros.
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