Secciones
Servicios
Destacamos
El número 17 de la calle Calvo Sotelo es un edificio relevante para la historia de Santander. Fue, nada más y nada menos, que el primero en reconstruirse tras el incendio que asoló la ciudad en 1941. Una catástrofe que arrasó gran parte del casco ... histórico, incluida la catedral, y que provocó un gran cambio en la estructura urbana de la capital cántabra. Prueba de su importancia es que, hasta hace una semana, en su fachada lucía una placa que lo acreditaba. En ella figuraba la inscripción en latín: Prima Ex Igne Renata 1941-1945 (el primero nacido del fuego). El motivo de su retirada son las obras que se están acometiendo en la fachada y en el local que hace esquina, que ocupó BBVA, y que pasa ahora a manos de Bankinter, otra oficina bancaria. Pero no es el único local que se está reformando en este mismo vial. En el número 23 –que albergó durante años Lucio Herrezuelo–, ya hay una gran estructura con un cartel que anuncia la apertura de la firma de moda Carolina Herrera, que ya tiene una tienda en el número 6 del Paseo de Pereda.
Bankinter ahora se encuentra en la esquina de la calle Juan de Herrera, un espacio que abandonará este mismo año y que estuvo ocupado anteriormente por la tienda de vajillas y lámparas Mendiolea, según cuenta Javier Quintanilla, veterano profesional de la confección y del comercio de Santander. No obstante, la oficina bancaria no se muda muy lejos. Apenas 120 metros separan un sitio de otro. Allí, según explican desde el Ayuntamiento de Santander, «se está realizando el acondicionamiento del local para oficina bancaria». Así, la nueva sede constará de planta sótano, baja, entreplanta y primera, con una superficie total construida de 865 metros cuadrados. Las obras suponen una inversión privada de 725.000 euros y se actuará «tanto en el interior como en la fachada para restituir los huecos a su estado original así como el revestimiento». Justo en la pared de la que fue retirada la placa honorífica al edificio para «eliminar la sobre fachada de lamas de metal que cubría la original». En teoría, una vez finalicen los trabajos, dicha placa volverá a su lugar.
Si sigue caminando por la misma calle, tras cruzar el paso de peatones, llega al número 23. Allí, sobre una gran estructura luce un cartel que anuncia la apertura de una tienda de moda de la firma Carolina Herrera. Un local que ocupó durante muchos años Lucio Herrezuelo, una de las principales marcas nacionales en el sector de la confección artesanal de zapatos y bolsos, que bajó la persiana en 2019 «poniendo fin a un grupo empresarial con 60 años de vida», recuerda Juan Carlos Flores-Gispert, periodista especializado en el comercio local de la ciudad. Al frente estuvo Lucio Herrezuelo y su mujer, Carmina Gran. Aunque, cuando cerró, la que regentaba el negocio era su hija, Beda Herrezuelo.
Ahora, otra firma de moda albergará el local, por lo que ya está acondicionado. También, según explica el Consistorio, este consta de planta sótano y baja, con una superficie construida total de 234 metros cuadrados. Supone una inversión privada de 100.000 euros y se actuará tanto en el interior del local como en la fachada. La intención es recuperar el diseño original del edificio, «eliminando el aplacado existente y las molduras actuales, así como los arcos de los vanos». Por otro lado, se recuperará la cornisa que existe en la parte superior del portal y en el local colindante. Todo el aplacado de la fachada será ejecutado mediante mármol de tonalidad crema marfil. En este espacio estuvo la cafetería Kansas. Y el pequeño local de al lado, que también se une a la tienda de Carolina Herrera, fue en sus tiempos el escaparate y acceso al primer piso que ocupó la famosa modista Josefina Cotera.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.