Obras de emergencia para evitar el derrumbe del torreón de Las Clarisas a la espera del proyecto final

Será la tercera vez que este proyecto sale a licitación, tras quedarse desierto en las dos ocasiones anteriores. La revisión del proyecto de obra de Las Clarisas es fundamentalmente para la actualización del presupuesto de los trabajos, «para que esté acorde con el drástico incremento de los precios» –explicaron desde la Consejería– y poder adjudicar la contratación de la obra.

Desde el exterior de Las Clarisas salta a la vista el avanzado estado de deterioro del edificio, pero preocupa en particular el agujero visible en el torreón del convento. Por este motivo, el Gobierno regional encargó un estudio técnico que confirmó «el riesgo de derrumbe» y que otorgó «carácter de emergencia» a las obras, lo que ha permitido adjudicar de forma directa los trabajos a la empresa Agüero Sandi.

«El torreón presenta cierto riesgo de desprendimiento de cascotes sobre la vía pública y muy mal estado de conservación», destaca Pablo Ortiz, director general de Justicia del Ejecutivo cántabro. «Desde el Ayuntamiento de Santander se ha tramitado la licencia de obra, dándole mucha agilidad», continúa. De esta manera, «garantizamos la seguridad de los ciudadanos». Las obras tienen un plazo de ejecución de tres meses y un presupuesto de 50.000 euros, «aunque podría incrementarse en función de las necesidades que requieran los trabajos», apunta Ortiz.

Respecto a la actuación global que abarque el conjunto del convento, habrá que esperar unos meses más. Ortiz explica que «tras dos años atascados», en la Consejería «estamos ansiosos de volver a licitar el proyecto para quitar cuanto antes los anejos y que se vean las paredes del convento».

Los anejos visibles en la fachada del inmueble, que suman un total de once, son unas estructuras pequeñas que se fueron añadiendo a lo largo de los años. No pertenecen al convento y, por lo tanto, no están protegidos por la categoría BIC y podrán ser retirados para devolverle su valor histórico. Además de quitar estos anejos, se va a rehacer la cubierta de la nave y el claustro para garantizar la preservación del edificio.

El director general de Justicia explica que desde que se redactó por primera vez este proyecto en 2018, «los precios se han incrementado drásticamente, no solo por la pandemia sino también por la situación económica. Por este motivo, se tenía que revisar el proyecto, cuyo cambio es en un 98% para actualizar los costes que han variado».

El proyecto de conservación de Las Clarisas salió por primera vez a licitación a principios de 2021 con un presupuesto de 754.000 euros. El proceso quedó desierto, ya que ninguna empresa se presentó. En la segunda licitación se hizo de 'urgencia' para agilizar los trámites. En este caso se registró una oferta de la constructora Rotedama y la mesa de contratación realizó la preadjudicación, a la espera de que remitiera documentación, pero en septiembre renunció a la adjudicación alegando que «el incremento en los precios del material hace imposible obtener una rentabilidad mínima». Y en próximas fechas saldrá, por tercera vez, a licitación, en lo que se espera sea ya el proceso definitivo.

El uso que finalmente tendrá el convento «sigue sobre la mesa». Ortiz recuerda que el inmueble fue una transmisión del Ministerio de Justicia al Gobierno de Cantabria. El Ayuntamiento de Santander ha hecho una solicitud pública para que se le dé un uso cultural; sin embargo, desde la Dirección General de Justicia se explica que «se procederá a observar qué beneficios son los más importantes para servir a los fines que precisan los órganos judiciales para hacer más operativa la organización de la Justicia en Santander».