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El Mercado de Puertochico sigue 'patas arriba', con los puestos trasladados de manera provisional y con la mitad del mercado levantado con motivo de ... unas obras que avanzan lentas, con escasez de personal e incumpliendo los últimos plazos que aseguraban que este año estaría listo. «Solo vemos por aquí un obrero que se pasa cada día, por lo que no me extraña que no avancen los trabajos», indica Rafael Escobedo, de la pescadería y portavoz de la asociación de comerciantes de esta plaza.
Este proyecto se planteó en 2016 y, entre las muchas fechas previstas para su inauguración, la última oficial fue otoño de 2022. Las obras ascienden a más de un millón de euros y durante su ejecución han surgido continuos retrasos y complicaciones.
Después de que el pasado enero asumiera las obras Copsesa tras el abandono de la anterior constructora alegando «impago por parte de la adjudicataria Baika Mercados», el estado del inmueble no ha variado mucho. Sobre los plazos, Copsesa, al tomar el relevo, anunció que en mayo de 2023 estarían montados los nuevos mostradores y en verano se inauguraría el mercado. Lejos de acercarse a ese calendario, la situación actual (en la imagen superior) refleja que los puestos todavía no están construidos en la zona de la calle Andrés del Río.
La parte más positiva es que, a pesar de la precariedad de las instalaciones, los comerciantes ha tenido un «excelente verano» en cuanto a ventas. «Hemos tenido mucha clientela este verano. Daba gusto y parecía que no afectaba el hecho de que estemos en estas lamentable condiciones», afirma Escobedo. «Las terrazas han estado llenas de gente y la ciudad en general y aquí también se ha notado», explica.
Sobre los nuevos plazos previstos para inaugurar la instalación, de momento, no se pronuncia la concejalía de Mercados, consultada por El Diario Montañés. El concejal Álvaro Lavín, en una visita al recinto hace unas semanas, comunicó a los comerciantes que «será pronto», y así lo reiteró la alcaldesa Gema Igual durante la inauguración de las escaleras y rampas mecánicas de Canalejas.
«La obras no avanzan y no me extraña porque solo vemos a un obrero por aquí. No llegaremos a final de año»
«Las condiciones de trabajo son pésimas, estoy arrinconado en una esquina de difícil acceso»
«Salta a la vista que las condiciones de trabajo son desoladoras. Estoy arrinconado en esta esquina y mis clientes para llegar hasta mi puesto tienen que descender por una escalera metálica que, con lluvia, supone un peligro», lamenta Juan Manuel Borda, cuarta generación al frente de la frutería Angelines.
En estos momentos, la zona en obras se encuentra diáfana y no se ha comenzado con el alicatado de las paredes. Una vez que se hayan levantado los puestos con mostradores renovados y más espaciosos, comenzará la siguiente fase en la parte del mercado con acceso desde la calle Tetuán, donde se ubicará la nueva zona de restauración y hostelería.
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