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Las obras de la nueva Biblioteca Municipal, uno de los ejes del proyecto cultural de La Florida, comenzarán a lo largo del próximo mes de noviembre, según confirmaron fuentes del Consistorio. Recientemente la alcaldesa, Gema Igual, en una entrevista publicada por este periódico ... , recordaba los datos básicos: la adjudicación de las obras a la empresa SIEC -ya anunciada la pasada primavera-, y el coste del proyecto cifrado en 1,3 millones de euros. Un proyecto que pasa por la modernización de las instalaciones y que de manera global, fija sus objetivos en tres pilares: la optimización de espacios, la dotación de mobiliario y su conversión en un centro cultural.
Las demoras han sido, como en otros muchos de los proyectos en curso, muy significativas. De hecho, los detalles de la inversión y la planificación de los trabajos se presentaron en diciembre de 2017. E, incluso, llegó anunciar el inicio de las obras para el primer trimestre del presente año. Solventados trámites y pasos previos -el más importante la adecuación del nuevo archivo para los fondos del Catastro, en el antiguo edificio de Tabacalera, tras una inversión de 245.000 euros-, quedaba liberado el espacio que ocupaba el Archivo Provincial en la calle Gravina. Con ello el edificio pasaba a manos del Ayuntamiento para afrontar las nuevas dependencias de la biblioteca municipal. La construcción, tras la licitación y adjudicación de las obras -prevista para las próximas semanas-, tendrá un plazo de ejecución de diez meses.
La ubicación supondrá la modernización completa de las instalaciones y será la primera operación dentro de esa agenda de proyectos del entorno (reforma y ampliación del MAS, rehabilitación de la Biblioteca de Menéndez Pelayo...) con el objetivo de convertir el barrio de La Florida en un «proyecto cultural de envergadura».
La novedad de las últimas semanas ha sido que los operarios de Talleres Municipales se encontraron con numerosos materiales en el edificio abandonado tras el traslado de los fondos del catastro. En algunos caso se trata de enseres, prensas, muebles, estanterías y hasta una caja fuerte. Dependiendo de la utilidad y estado de los objetos se han destinado a otras dependencias o entidades. Pero una gran parte de estos restos deberán ser retirados por una empresa de gestión de residuos que comenzará a trabajar en breve. En paralelo, se iniciarán las obras propiamente dichas del nuevo espacio bibliotecario que supondrá reforzar la estructura del actual edificio de Gravina.
El proyecto que se acometerá ahora en la edificación contempla que sus usos «permitirán ensamblarse y entrecruzarse en diferentes plantas sin menoscabo de la funcionalidad y eficacia del conjunto del centro». En el punto de mira está «una biblioteca más capaz para la lectura y otras actividades», junto con la exposición y disponibilidad de más de 25.000 ejemplares de préstamo al público.
La planta baja, de algo más de 470 metros cuadrados, estará dedicada íntegramente a la lectura, «lo que facilitará enormemente la accesibilidad, pues en la actualidad las salas de lectura están en plantas altas».
Se aumentará, asimismo, ligeramente la superficie de esta zona. En la planta primera se dispondrá, además, de un aula y varios espacios de trabajo en grupo, con conexiones de portátiles a internet, servicio que no existe en la actualidad. Por último, se habilitará la terraza como espacio público plenamente accesible lo que va a permitir numerosas actividades.
Una grada perimetral configurará un espacio centrado en el que se contempla «celebrar actos al aire libre o simplemente disfrutar de unas vistas singulares del centro de la ciudad a la altura de sus tejados». En el exterior se reurbanizará el espacio de acceso al sur, entre la sede de la Fundación Gerardo Diego y el propio edificio, cubriéndolo con «unos toldos tipo vela con el fin de hacer más cómodo el acceso desde la calle Gravina». El objetivo radica en mejorar la visibilidad y el atractivo de todo el conjunto, con especial atención a la biblioteca. Pese a las obras, «en ningún momento se cerrará la biblioteca ya que los dos edificios con su distribución actual sólo comparten el vestíbulo».
Desde el primer paso destinado a transformar este espacio, el Consistorio ha mostrado su intención de dejar atrás el concepto clásico de sala de lectura y consulta. «El lugar desarrollará actividades como talleres, cuentacuentos, clubes de lectura y actos públicos». Dotada de planta baja y tres alturas, más la cubierta al aire libre que se recupera como espacio de ocio, la nueva biblioteca tendrá una superficie de 1.582 metros cuadrados.
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