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A última hora de la mañana cinco operarios entraban y salían del edificio. Iban apilando el material que sacaban del interior. Discutían sobre cómo colocarlo ... y sobre el transporte para llevárselo después. Estaban junto a la puerta trasera del antiguo Banco Mercantil, la que da a la calle del Medio. Se movían en una zona vallada en la que puede leerse el cartel de la «autorización de reserva de la vía pública». Es un permiso de «obras, vallas y andamios» a la empresa Siec que les permite ocupar 25 metros cuadrados de calle hasta el día seis de mayo. Pero, en la práctica, esos trabajos son el pistoletazo de salida del llamado Proyecto Pereda: el plan que contempla la remodelación de la sede central de Banco Santander en la ciudad para trasladar con carácter permanente la Colección de Arte de la entidad y que incluye también la remodelación integral de la antigua sede de Banesto.
Según los comerciantes de la zona hay movimiento de obreros desde hace «un par de semanas». La valla la instalaron el pasado viernes. Lo que hacen, por ahora, es sacar lo que ya no sirve. Vaciar. Ayer podía verse -asomándose por encima de la valla, porque está cubierta con una lona- un montón con restos de moqueta, otro con materiales de revestimiento, uno más con conducciones metálicas... Incluso restos de mobiliario. En resumen, trabajos previos al inicio de la anunciada remodelación integral, ya que este edificio pasará a albergar las dependencias de la dirección territorial del Santander y otras zonas de uso común y abiertas al público.
El trajín en la parte trasera -la de la calle del Medio- contrastaba con la normalidad en la puerta principal, en el lado opuesto. Por allí entraban los usuarios que acudían a la oficina del Santander, que permanece abierta. Algo de confusión había porque, de hecho, en la plazoleta que hay frente al acceso principal del edificio en Hernán Cortés -en la que hay un quiosco de prensa y una terraza de hostelería- hay también una zona vallada con materiales de obra, pero éstos corresponden a los trabajos que se llevan a cabo en el inmueble que hay cruzando la acera (el edificio está cubierto de andamios bien visibles).
Lo que harán en el antiguo Mercantil será «un trabajo de introspección». Así lo definió hace poco en Santander el arquitecto andaluz Antonio Cruz Villalón, que, junto a su compañero Antonio Ortiz, ha sido el elegido para el proyecto. «Se trata de un encargo relativamente controlado porque trabajaremos sobre un edificio que, por su carácter monumental, no permite excesivas intervenciones». Por fuera quedará como está -con sus llamativas torres en las esquinas- y por dentro tratarán de dotar al patio interior de «mayor presencia».
Diseñado por Casimiro Pérez de la Riva, el Mercantil se inauguró en 1903 y años después fue remodelado por Javier González de Riancho. Sus salones han albergado las oficinas del Banesto y de Eon.
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