

Secciones
Servicios
Destacamos
LAURA FONQUERNIE
Santander
Miércoles, 17 de julio 2019, 07:21
Para los viajeros de un crucero, el atraque en cada puerto es la primera toma de contacto con la ciudad. Les permite tener una primera ... impresión del lugar que tendrán la oportunidad de visitar durante sus próximas horas. Pero quizá no siempre. Los miles de pasajeros del buque 'Arcadia' que llegaron a Santander, se encontraron con una estampa algo diferente. Y es que, seguramente, la primera fotografía de la capital cántabra fue la de los operarios que, en pleno julio, trabajan en el puerto. Concretamente en las obras de la valla de cuatro metros que se está levantando a lo largo de toda la calle Antonio López y que transcurrirá paralela al paseo. Este tramo da continuidad al que transcurre desde el Centro Botín hasta la Estación Marítima. Y llegará hasta la nueva valla que también se levantó en el Barrio Pesquero.
Los trabajos de construcción de la infraestructura en esta calle, que suponen cambiar la valla que separaba el espacio portuario de la ciudad, comenzaron el 26 de junio. Las obras están aún por terminar y continúan en pleno julio. La nueva verja pretende dar respuesta a los saltos de polizones (hasta 900 en 2018, según contabilizó el Puerto) que se producían a través de la valla y que buscaban abordar los ferris que salen del puerto de Santander con destino a Inglaterra o Irlanda.
Lo cierto es que el intento de solucionar el problema, nunca estuvo libre de polémica. Ya la inauguración del tramo desde el Centro Botín, dio que hablar a finales del pasado año. Ocurre igual con la construcción de la valla en la calle Antonio López. Desde su comienzo generó malestar entre los vecinos y dio lugar a protestas. El motivo era que el cercado, con el que se está sustituyendo la valla, es más opaco que el anterior y de mayor altura (se añaden cuatro metros). La suma de todos estos aspectos provoca un impacto visual en Santander. Para algunos vecinos es un muro construido en medio de la ciudad.
En esta calle la infraestructura se separa en dos niveles. El primero el que está comprendido entre la Estación Marítima y el puesto de Sanidad Exterior. En este espacio se sustituye el cercado interior que el Puerto colocó en sus instalaciones. Este se encuentra muy alejado de la acera y por detrás de los edificios de la Comandancia y de Sanidad Exterior. A partir de este límite se sustituirá la valla existente y que ha servido siempre de separación de los espacios junto al paseo. El cambio llegará hasta los tinglados de Antonio López. Una vez desaparezcan estos, las obras «continuarán desde esa zona y hasta el Barrio Pesquero», aclaró en su día César Díaz, primer teniente de alcalde.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.