«Hay ocasiones en que, o por seguridad o porque hay que intervenir, debemos quitar un aparcamiento»

–Intentaremos siempre que no se quiten aparcamientos, pero también es verdad que si queremos actuar hay que cumplir con la legalidad vigente. Si antes una acera era pequeña y había aparcamiento y pasaban coches por la calzada, ahora esa acera pequeña ya no podemos mantenerla. La legalidad dice que tiene que haber uno ochenta mínimo de acera. Entonces, entre lo que era acera, lo que era aparcamiento y lo que era calzada, si tienen que seguir pasando los coches, está muy claro, solamente se pueden quitar aparcamientos. Pero no hacemos una obra en donde no estén de acuerdo los vecinos porque no tiene ningún interés invertir en algo que genere descontento (...). Tenemos un transporte público muy accesible, muy barato y que nos lleva a todos los puntos de la ciudad.

–¿Plantea alguna alternativa a la eliminación de esas plazas de aparcamiento?

–Seguiremos generando aparcamientos disuasorios. Por ejemplo, en El Sardinero. También un nuevo aparcamiento en la zona de la Cañía. Y otra de las peticiones que hemos tenido siempre es que se abriera el del Palacio de Festivales que el anterior gobierno lo cerró y este ya lo tiene abierto. Si solamente quitamos aparcamientos y no damos alternativas, claro que lo estamos haciendo muy mal, pero si nos negamos a mejorar la ciudad o a cumplir la legalidad, tampoco vamos bien. No es momento de asfixiar a los santanderinos si no caben los coches, pero es que hay ocasiones en las que, o por seguridad o porque hay que intervenir, hay que quitar un aparcamiento.

–Habla del aparcamiento disuasorio de El Sardinero, ¿será una realidad esta legislatura?

–Sí.

–¿Y el proyecto para cubrir La Porticada?

–Es un proyecto que necesita papeleo antes de empezar con la ejecución. Hay que ir secuenciando los compromisos según el momento de maduración que tengan y según las prioridades.