La oferta hotelera de Santander, con 29 negocios abiertos, crece tras casi una década estancada

Ese cambio de tendencia en Santander en relación a los hoteles se produjo en 2022. Entonces había 26 establecimientos –hoteles de una a cinco estrellas–, tres menos que ahora. Hay que recordar que los datos de Turismo hacen referencia a la cifra total de negocios, es decir, puede ser que en ese mismo periodo de tiempo no solo hayan abierto hoteles, sino que también se hayan cerrado. Otro factor que es importante tener en cuenta es que el proceso de apertura de un negocio de este tipo no es «de un día para otro, ya que las obras llevan su tiempo». Lo dice la directora de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), Bárbara Gutiérrez, que hace una lectura positiva de la situación que atraviesa la ciudad, donde «en los últimos tiempos se han abierto bastantes hoteles y muy buenos», reconoce. Aunque insiste en la idea de que el crecimiento de la oferta debe estar ligado a la regulación. Es decir, que los alojamientos que abran sean legales.

Una afirmación que se entiende mejor teniendo en cuenta que el sector turístico lleva tiempo criticando las viviendas ilegales que han proliferado en los últimos años en Cantabria, para lo que exigen una solución que pasaría por el futuro decreto de pisos turísticos. Pero el borrador que presentó la Consejería de Turismo este verano no gustó entre el sector, que interpretaba que la situación no cambiaba nada. A su juicio, lo que se hace es dejar total libertad a los municipios para prohibir los alojamientos turísticos o, de lo contrario, no poner límite a su crecimiento.

Una de las aperturas más recientes es la del Hotel Sol Boutique, de cuatro estrellas, ubicado en el número 31 de la calle Del Sol y que pertenece al Grupo Mara. Este establecimiento, que abrió sus puertas en 2022, ocupa el espacio de dos antiguos palacetes del siglo XIX rehabilitados, Villa Carmina y Villa Rosa María. Una de las razones que motivó a las familias mexicanas Gutiérrez Borbolla y Gutiérrez Sámano, propietarios del negocio, a poner en marcha un negocio en Santander es que es una ciudad «con potencial y con futuro», comenta Javier Calvo, gerente del espacio. «Son mexicanos, pero con raíces en Riva de Ruesga, por lo que han pasado mucho tiempo en Santander y apostaron por un lugar que conocían perfectamente». Y añade: «Esta ciudad tiene aún mucho tirón de aquí a unos años con la inauguración de la nueva sede del Museo de Prehistoria y Arqueología (Mupac), de Faro Santander y también del Reina Sofía», concluye.

El de este hotel es un ejemplo de otra tendencia muy presente en la ciudad en los últimos años: hoteles más pequeños que se levantan sobre edificios clásicos. Por ejemplo, Le Petit Boutique, en el número 10 de la Avenida de Los Castros, que inició su actividad hace tres años y pertenece a la quinta generación del Hotel París. Muy cerca está el Rhin Garden, levantado sobre lo que fue en su día la Pensión Margarita, que tras comenzar con los trámites de la reforma del edificio en 2018 y las obras cuatro años después, abrió sus puertas el pasado mes de julio. Otro hotel con características muy similares, inaugurado en 2022, es el Hotel Soho Boutique Palacio de Pombo, junto a la plaza Pombo, y que comparte espacio con el Real Club de Regatas.

Hay más aperturas recientes pero que se alejan algo más del centro de la ciudad. Es el caso del Hotel Bed4u, en la Avenida de Parayas, inaugurado también en 2022. La cadena, experta en bajo coste con «servicios de calidad», es la encargada de haber puesto en marcha un edificio con 93 habitaciones. Cerca se encuentra otro mucho más reciente, de este mismo verano, el Puerta Santander, en la calle Abilio García Barón. Ambos están orientados –no en exclusiva– a un tipo de clientela que acude a la ciudad por trabajo, por su proximidad a grandes empresas y zonas industriales.

El crecimiento que han experimentado los apartoteles, hostales, pensiones y albergues en la última década –de los 35 alojamientos de este tipo que había en 2014 hasta los 46 que tiene la ciudad actualmente– también es un reflejo del aumento de la demanda y de los diferentes tipos de experiencias que buscan los turistas cuando llegan a Santander. No es lo mismo un grupo de amigos que solo están en la ciudad un par de días, ya que han planificado una ruta por el norte y por eso optan por una opción más económica, como puede ser un hostal o una pensión, o una familia con niños que se decanta por un apartotel para estar todos juntos.