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Vecinos, padres, políticos y colectivos de Santander se reunieron el jueves en el centro cívico de Cazoña en una asamblea para expresar su descontento y buscar soluciones ante la proliferación de las casas de apuestas en zonas cercanas a colegios e institutos. Aunque esta ... crítica se viene repitiendo en los últimos años, se ha intensificado en las últimas semanas. La modificación de la Ley de Juego el pasado 1 de enero decretó que todos los locales que abran sus puertas a partir de esa fecha deben estar situados a 500 metros de centros escolares. Sin embargo, este cambio legislativo no afecta a 17 de los 18 expedientes que el Ejecutivo regional tiene encima de la mesa. El texto excluye a los que se presentaron antes de junio. Es el caso de tres casas de apuestas proyectadas en Cazoña y El Alisal.
De las tres, una ya tiene licencia (la del Alisal), por lo que los colectivos están uniéndose para evitar la apertura de un local en el número 8 de la calle Torres Quevedo y otra en el edificio Europa, ambas en Cazoña. El presidente de los vecinos de ese barrio, Luis Ángel Huertas, asegura que estos negocios son «peligrosos». «Hay una alarma social, un tema de salud: el 14% de menores ya se está adentrando en el juego». Asegura que los residentes coinciden en que se trata de «una adicción legalizada que busca hacer daño con alevosía», ya que se ubican en entorno cercanos a colegios e institutos donde se encuentra el público más vulnerable.
Para mostrar su rechazo, hoy se reúnen en una concentración a las 12.00 horas en el número 8 de la calle Torres Quevedo, donde está planeada la instalación de un nuevo negocio. Una cita ineludible para Juanjo de la Torre, presidente de la asociación de vecinos Los Arenales, en el barrio Castilla-Hermida. Su zona es de las más perjudicadas por este tipo de salas. «Hemos llegado a tener hasta cinco», explicó. El presidente de la Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (Fecav), Ricardo Sainz, se mostró especialmente indignado con las casas de apuestas, de las que dijo son «lo mismo que la heroína en los años 80, incluso peor».
Luis Ángel Huertas- AA VV de Cazoña
Mónica Haro -Concapa
Leticia Cardenal, de la Asociación de madres y padres de alumnos en Cantabria (FAPA), pidió la derogación de estos nuevos salones de juego porque «ninguno cumple con la separación de 500 metros con los centros educativos», mientras que la presidenta de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa), Mónica Haro, hizo hincapié en «hacer cumplir la ley». «Hay que vigilar que los menores no puedan entrar en estas salas, controlar los horarios de apertura y limitar su publicidad».
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