El Palacete del Embarcadero sanea su futuro

Uno de los elementos más singulares que la rehabilitación integral va a permitir es la recuperación en la parte central de un mosaico fundacional y sus cenefas, que contenía la reproducción de un escudo original del año 1930, emblemático para el embarcadero de Alfonso XIII, y recordar el origen de la construcción inicial.

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Las principales actuaciones de la reforma acometida abarcan la eliminación de humedades, la reparación de elementos deteriorados por el simple paso del tiempo, la sustitución de materiales en mal estado y la mejora general de las instalaciones, protección y accesibilidad del edificio. En lo que concierne al armazón, se afronta el saneamiento de hormigón, la sustitución de la estructura de madera de la cúpula suroeste y la impermeabilización de las cubiertas.

Además, ya se ha procedido a la mencionada reducción de la cota del pavimento y eliminación de los escalones para hacer el edificio más accesible, además de ofrecer una mayor versatilidad a su uso. La obra, como anunciaron las entidades implicadas, está financiada con cargo al 2% cultural del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, por el que se conceden ayudas a actuaciones sobre bienes de especial interés arquitectónico, histórico y artístico.

A la impermeabilización de la estructura, se suma la rehabilitación de la zona interior, y en la envolvente se abordarán los trabajos de pintura, revoques, ornamentos y la cubierta octogonal, que se va a cambiar e impermeabilizar en su totalidad. Se modificarán todas las escamas cerámicas, además de proceder a la modernización de las instalaciones eléctricas, de agua y climatización. La mejora de las condiciones ambientales dentro del edificio era una demanda recurrente a medida que se han sucedido los años de decenas de exposiciones (hasta 400) y el paso de miles de visitantes.

No obstante, desde el principio, los objetivos prioritarios que se fijó la Autoridad Portuaria eran «la mayor funcionalidad del edificio, la eliminación de humedades -que habían acelerado su deterioro en estos últimos años- y la citada mejora de la accesibilidad». Tras estas primeras semanas de intervención en un edificio con más de 90 años de historia, la construcción y su entorno quedarán envueltos en una carpa durante las labores más intensas para aislar los trabajos y el ruido en una zona de constante tránsito ciudadano.

El Palacete, con claras referencias historicistas, fue construido inicialmente para ser embarcadero real durante los meses de veraneo del rey Alfonso XIII. Posteriormente se dedicó a cuartel de la Policía Armada y finalmente se rehabilitó en 1985 como sala de exposiciones y conferencias.