El Palacete del Embarcadero, tras su reforma integral, será inaugurado el próximo día 25

Ocho meses -los trabajos se iniciaron a mediados de febrero-, un periodo más reducido del que se estimó inicialmente, se han empleado en esta reforma integral. Obras que han sido posibles gracias al respaldo financiero del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible a través del Programa del 2% Cultural. Con un presupuesto de 1,3 millones de euros, la actuación ha tenido como objetivos esenciales y prioritarios la eliminación de humedades y filtraciones de agua, la reparación de elementos deteriorados y la mejora de la accesibilidad.

La intervención en la rehabilitación de este edificio singular con un notable valor cultural como elemento simbólico y emblemático de la relación del puerto, la bahía y la ciudad, se ha planteado con un criterio fundamentado en la mínima alteración del edificio original construido en 1929 y mediante la recuperación de su configuración exterior e interior, así como del carácter añadido en intervenciones más recientes como las de los arquitectos Junquera y Pérez Pita y Luis Castillo.

La reforma ha consistido en la ejecución de las obras necesarias para «la adecuación funcional del edificio», que comprendía esa citada renovación y restauración de elementos y materiales deteriorados, mejora de la accesibilidad y renovación de las instalaciones. En el exterior se mantienen las características arquitectónicas que identifican la presencia del edificio en la ciudad, renovando y restaurando los elementos necesarios para asegurar su calidad constructiva y funcional; y, en el interior, renovando los acabados, el conjunto de las instalaciones y manteniendo la diversidad funcional del edificio mediante una organización flexible del espacio expositivo adaptada a los distintos usos.

Una vez finalizadas las obras, a lo largo de los próximos días se ultimará la puesta a punto del interior, así como en todos los preparativos necesarios para albergar la primera muestra que acogerá el Palacete después de esta profunda rehabilitación.

La Autoridad Portuaria, que preside César Díaz, retomará en este último tramo del año su calendario expositivo. Además de modernizar las instalaciones y reparar y reformar aspectos técnicos del simbólico espacio que habían quedado obsoletos o enquistados, los trabajos han permitido recobrar aspectos decorativos y arquitectónicos originales, caso de la cubierta, de un edificio que ha sido sometido a numerosos cambios a lo largo del siglo. La pandemia obligó a aplazar una reforma que estaba prevista desde la pasada década.

Las fachadas han recobrado los elementos ornamentales, más las labores en las cubiertas y las carpinterías del inmueble. Destaca ya, aunque la visibilidad sea parcial hasta la reapertura, la cubierta característica del edificio de un mosaico de escamas cerámicas blancas y azules, que se encontraban en un avanzado estado de deterioro. Y ello, además de la recuperación de restos ocultos del original solado interior, con pavimento de mosaico.