Secciones
Servicios
Destacamos
Las palas serán declaradas Bien Cultural de Interés Local. Así lo decidió ayer el Pleno, que de forma unánime apoyó la moción de los regionalistas para proteger este «identitario» deporte santanderino. La iniciativa también fue aplaudida en las playas de la ciudad, donde asiduos jugadores ... de palas agradecieron el reconocimiento de un deporte que en su día llegó a prohibirse.
Aunque en las sesiones plenarias es habitual que los concejales se sumerjan en largos debates, en este asunto no hubo discusión. Todos dieron un efusivo 'sí' e incluso el concejal de Vox, Guillermo Pérez Cosío, bromeó al comentar que lo único que le había chirriado de la moción era la palabra 'repaletear'. «Lo he buscado en el diccionario y no sale, eh», le comentó al portavoz del PRC, José María Fuentes-Pila.
Entre las razones para pedir su protección, el edil destacó que Santander «fue hace unos años capital mundial de las palas y reunió a más de 2.000 personas. También se ha convertido a su vez en un punto turístico».
Y a pie de playa, el aplauso del reconocimiento se extendió. «Las palas han pasado de estar prohibidas -hace 35 años- a estar protegidas, por lo que este reconocimiento significa un gran avance», destacó uno de los jugadores que ayer echaba su habitual partida en la playa de El Camello sobre las once de la mañana. José María García juega a este deporte desde hace 60 años. «Empecé a los 18 años a jugar en la playa de El Sardinero y lo hacíamos a escondidas detrás de la roca de Piquío porque estaba prohibido jugar en la playa. Una pareja de vigilantes recorría la arena vestidos de blanco y, cuando les veíamos acercarse, enterrábamos las palas en la arena. Nos requisaron más de una vez las maderas», recuerda García.
José María Fuentes-Pila
Portavoz del PRC
Chelo Suárez
Jugadora de palas
José María García
Jugador de palas
La zona del arenal de El Camello reservada para este juego de pelota estaba ayer repleto de jugadores. En su mayoría hombres, aunque también había algunas mujeres. Muchos de ellos ya están jubilados, como Jesús Ángel García, Chuchi: «Me jubilé hace dos meses. Vengo todos los días y no hay mejor afición que unirme a las partidas, darme un baño, charlar entre amigos. Lo mejor que te puedes imaginar. Esto es vida», aseguró este aficionado de las palas desde hace 40 años. «Otra cosa bonita de este juego de pelota es que no distingue de profesiones, aquí hay gente de todos los sectores», añadió.
«Estar reconocido como Bien Cultural llega a tiempo, nunca es tarde, y podría beneficiar para que más niños y jóvenes que están con los videojuegos en casa se animen a venir a la playa y unirse a las partidas, que aquí ya somos todos muy mayores y necesitamos más gente joven», apuntó Chelo Suárez. También paseaba por El Camello la hija de Mariano Pérez, creador de las palas cántabras en 1928. María Isabel Pérez destacó que se trata de «un juego de habilidad, fuerza y nobleza y me llena de orgullo que sea reconocido en esta tierra».
¿En qué puede cambiar la situación de las palas con esta figura de protección? Algunos jugadores solicitan «más zonas reservadas para este juego en otras playas de la ciudad» y también «redes de protección para contener la pelota y que no golpee a los paseantes. Cada verano tenemos follones por este motivo». Además se quejaron de que en la playa de El Camello «falta arena y es incómodo jugar así».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.