Las palas salen de las playas

El juego de las palas se niega a caer en el olvido. Y para ello busca el relevo generacional y su promoción entre los más jóvenes. Con este objetivo se celebró ayer en el entorno del Centro Botín el evento 'Pasión por las palas' con exhibiciones de los mejores y más veteranos jugadores representando a todas las playas de Cantabria.

La cita estaba organizada por la Escuela de Palas y la Asociación Bahía Sur y se extendió desde las doce del mediodía hasta las diez de la noche. «El reto era sacar las palas de las playas a la ciudad para que todo el mundo pueda disfrutar de partidas de calidad. Queremos que los ciudadanos lo pasen bien y lo valoren; que se den cuenta de lo que tenemos para que se cuide y no desaparezca», explicó José Torres, organizador de la jornada.

La convocatoria contó con gran participación de ciudadanos que paseaban por la zona y se quedaban mirando sin borrar la sonrisa. Entre las partidas salta a la vista lo bien que se lo pasaban los participantes, con comentarios jocosos continuamente, porque no hay que olvidar que es una actividad «muy física e intensa», pero, a la vez, se trata de un juego para pasar un buen rato al aire libre haciendo deporte.

A lo largo de la jornada fueron pasando representantes de cada playa: Suances, Comillas, El Sardinero, El Camello... El más veterano tiene 85 años: Miguel López. «Lo disfruto mucho, me sirve para estar en forma. Lo que más me gusta es luchar la bola: concentrarme para que no toque el suelo por nada del mundo», explicó López, que aparentaba, como mínimo, diez años menos.

La media de edad de los jugadores de palas es alta. Muchos de ellos se aficionaron en su juventud y continúan practicándolo hoy, entendiéndolo como algo más que deporte, como un estilo de vida saludable y accesible a todos. «Es muy divertido, no entiendo por qué no se animan más mujeres. Es muy 'cardio' y muy físico. Te tiene que gustar la playa porque va totalmente unido al baño de después», explicó Nuria Borregón, de 55 años.

«Es un deporte muy intenso que no te permite pensar en nada más, por lo que desconectas totalmente. Además, físicamente es muy exigente», comentó Chisco Canales, otro de los asiduos a la playa de El Camello. Jugaba con Fernando Hidalgo, que aseguró que, «es el mejor deporte porque se juega en un ambiente limpio y a mi edad, 76 años, todavía puedo seguir». Por su parte, otro jugador, Celso Núñez, aseguró que «es para todas las edades. Cada día veo más interés en niños pequeños que no pueden ni con la pala pero empiezan a jugar».

Al final de la jornada el hijo de uno de los precusores de este juego en Cantabria, Mariano Pérez, recibió el galardón Bahía Sur 2022 por «una trayectoria dedicada la promoción de las palas mediante la pintura». La cita de ayer quería, además, rendir homenaje a los jugadores que ya no están con nosotros. «De ellos aprendimos y les debemos mucho y queremos recordarles siempre», destacó Torres.

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