Las palmeras del Banco de España se mudan a los Jardines de Piquío

En el momento de la extracción, los operarios acometieron los trabajos con todas las precauciones y ayudándose de una pala y una gran grúa para que las raíces salieran completas de la tierra y ni el tronco ni la copa sufrieran ningún daño, hasta colocarlas sobre un gran remolque –donde cabían los más de siete metros de palmera–, encargado del posterior traslado.

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Así ha sido la extracción y el traslado de las palmeras

Aunque ninguna de las dos palmeras del Banco de España presentaban signos de picudo rojo, se aplicará un doble tratamiento «inminentemente» –el que ya se empleó en todas las palmeras de la ciudad en 2023– tanto en las dos recién trasplantadas como en el resto de ejemplares que hay en Piquío para evitar contagios, en caso de que cualquiera de ellas contenga larvas de la plaga que aún no sean visibles y puedan infectar a las demás. Este trabajo de desinfección se repetirá cuando terminen las obras de Piquío –a mediados de verano– para blindar definitivamente la salud de todas las palmeras de la zona.

Esta labor de trasplante ha incluido tareas previas, como la adecuación y poda de las palmeras, la preparación del nuevo emplazamiento y el riego previo para que su traslado se realizara en las mejores condiciones posibles.

Además de estas palmeras, a partir de este jueves se procederá al trasplante de tarays procedentes del complejo municipal Ruth Beitia en Piquío, «contribuyendo así a la preservación del patrimonio natural de la ciudad», apuntan fuentes municipales. Esta plantación conllevará un proceso complejo y lento, ya que se irá seleccionando cada ejemplar para cada parterre concreto, al ser todos totalmente diferentes. De esta forma, en función de la altura o inclinación de esta especie arbórea, se definirá cuál será mejor para una zona u otra de los jardines y se garantizarán los cuidados postrasplante necesarios, como el riego frecuente y el seguimiento técnico especializado.

Con estas dos palmeras recién llegadas a Piquío se contribuirá a recuperar la imagen clásica de los jardines, donde también se renovará el pavimento –que presenta un aspecto muy deteriorado– sustituyéndolo con un semipulido antideslizante, similar al existente pero que, por ejemplo, será más flexible con el crecimiento de las raíces de los árboles. Lo mismo ocurrirá con el bordillo, compuesto de alzado de hormigón y canto de río rodado en su coronación, cuyas piedras se están recuperando y acondicionando. En aquellos casos en los que no sea posible la recuperación de los originales, se sustituirá totalmente con las mismas características. Con esta remodelación, también se recuperará la barandilla ornamental tipo 'Jardines de Piquío'.