La pandemia obliga a recolocar la fecha de boda hasta seis veces en Santander

«Han cambiado de fecha prácticamente todas las parejas, y muchas de ellas en varias ocasiones, en algunos casos hasta seis veces han modificado el día del enlace, en función de la evolución de la pandemia. Todo ello marcado por el aforo máximo permitido, las restricciones en la hostelería y, hasta hace muy poco, los confinamientos», según indican fuentes del gabinete municipal.

El número medio de bodas civiles registrado en la capital cántabra ronda los 200 enlaces en los años anteriores al covid. El año de inicio de la pandemia, el total de bodas celebradas cayó a 78. De ellas, 62 se celebraron en el Palacio de La Magdalena y 16 en el Ayuntamiento. El número de invitados llegó a los 157 en la Casa Consistorial y a 2.038 en La Magdalena.

En lo que va de año, el número de celebraciones civiles ha caído considerablemente, siendo el Ayuntamiento de Santander el que más ceremonias civiles celebra. Hasta el momento, incluyendo mayo, se han celebrado 23 enlaces. De ellos, solo cinco han tenido lugar en el Consistorio, a los que asistieron un total de 36 invitados, y 18 enlaces se celebraron en el Palacio, a los que acudieron un total de 245 invitados entre todas las celebraciones.

Las estadísticas históricas en el Ayuntamiento de Santander desde 1995 han registrado picos algunos años que superan las 230 bodas civiles. «La previsión una vez finalizada la pandemia es volver a esas cifras o incluso más, ya que se habrán acumulado las bodas que se cancelaron. Se celebrarán más enlaces, al igual que ocurrió cuando España empezó a salir de la crisis económica de 2008», aseguran desde el Consistorio.

Al poco de iniciarse la pandemia en 2020, el Ayuntamiento ofreció a todos los novios la posibilidad de casarse en su día y hora fijada con las restricciones marcadas en ese momento y reservar una segunda fecha, una vez superada la pandemia, para hacer un reconocimiento de matrimonio en el Palacio sin coste añadido. «De esa manera, se ha intentado facilitar a los novios la posibilidad de hacer una celebración con número deseado de invitados, sin restricciones y dando la posibilidad al sector de eventos de no perder este impacto económico», señalaron fuentes del Consistorio, que añadieron que esta opción de segunda boda «ha sido muy bien acogida y tenemos ya muchas reservadas para este año y 2022, buscando el fin de verdad de las restricciones».

El cierre de la comunidad autónoma ha sido otro de los factores que ha reducido el número de celebraciones. «Cuando el cierre perimetral impedía trasladarse a familiares y amigos desde otros puntos de España o del mundo, desde este gabinete se les ha facilitado a las parejas que lo solicitasen un documento acreditando las reservas y los datos de los padrinos y testigos como salvoconducto para el traslado de estos últimos desde otras comunidades autónomas». Además, el cierre perimetral de Cantabria ha generado la «fuga de bodas que han absorbido otras ciudades con menos restricciones y que se han llevado la parte del negocio, sobre todo, Madrid», lamentó Vanessa Abascal, organizadora de bodas y eventos en la región.

Además, el panorama actual en la región con el semáforo covid, «lejos de ayudar, complica la situación para casarse en Cantabria, ya que a solo tres días de la boda puede aparecer publicado en el BOC que no se puede llevar a cabo el enlace, como ha ocurrido este fin de semana en Comillas o el anterior en Cubas», destacó Abascal, «Esto genera un gran estrés añadido sobre los novios».

Antes de la ceremonia en Santander, los novios reciben un protocolo covid que deben cumplir el día del enlace. Es obligatorio el uso de la mascarilla y solamente los novios y padrinos pueden quitársela durante la boda. A la entrada se pasa un control con pantalla digital que mide la temperatura y, dentro de la sala, las sillas están colocadas guardando la distancia.

El aforo para las bodas desde el pasado mes de noviembre está fijado en 10 personas, incluidos concejal, técnico, protocolo y novios. Este año el aforo es de 30 personas la primera semana (nivel 2) y en la actualidad 50 personas (nivel 1).