Y ahora pantallas para hacer papeleo

Ya están instalados de nuevo 14 de los 15 espacios tecnológicos previstos (falta el del centro cívico de Cueto) y actualmente se están revisando los contenidos a los que podrán acceder los usuarios y ampliando la conectividad de la red wifi pública en todas las ubicaciones. De hecho, un técnico probaba ayer la parte virtual de la tarjeta ciudadana y su interacción con el tótem en el dispositivo ubicado junto al Ayuntamiento. Allí, hacía pruebas para reservar una actividad cultural.

Ampliar

Porque la tarjeta ciudadana –que aún no está disponible– será protagonista en el uso de estas pantallas. Serán personales y permitirán a cada vecino identificarse a la hora de hacer gestiones con solo acercarlas al lector de tarjetas. Como con estas pantallas también se pueden sacar entradas para eventos, cuentan con lector de tarjetas de crédito para efectuar los pagos.

Aunque desde el Ayuntamiento aseguran que están ultimando la puesta a punto de estas pantallas, no ponen fecha para su entrada en funcionamiento. La última vez que se rodeó un día en el calendario no dio buen resultado, ya que la primera intención del Ayuntamiento es que estuvieran disponibles para el público a finales de 2023. Cuando se detectó que varios aparatos se habían oxidado, los planes se alteraron hasta que la empresa fabricante los ha reparado sin coste adicional –estaban en garantía– y los ha vuelto a instalar.

Estos espacios tecnológicos servirán para conocer en qué punto se encuentran los trámites administrativos de cada usuario, podrán registrarse incidencias que se detecten en Santander y cargar las tarjetas del TUS –ahora solo se puede hacer en quioscos y estancos–. También se podrán consultar las actividades de los recintos municipales, calcular lo que se tarda en recorrer la distancia entre un punto y otro de la ciudad, consultar la disponibilidad de bicicletas municipales, visualizar la agenda cultural y comprar entradas. Para todo ello hará falta la tarjeta ciudadana, cuya prueba piloto se iniciará una vez termine el verano. Experimentarán con ella entre cincuenta y sesenta personas para ir poco a poco ampliando su uso entre el resto de la población.