El panteón de la familia Uzcudun luce de nuevo en Ciriego

Según ha destacado la concejala de Economía y Hacienda, Ana González Pescador, esta intervención, que ha sido promovida por la Sociedad Cementerio Jardín, supone una inversión de 33.000 euros. Contribuyendo con ello a la conservación del patrimonio cultural de Ciriego, que forma parte de la Ruta de Cementerios Europeos que está reconocido como Itinerario Cultural en 2009 por el Consejo de Europa.

Los trabajos realizados han incluido la restauración integral del monumento, incluidas las verjas de hierro policromado que sirven de cierre y la reconstrucción de la cúpula y otros elementos desprendidos. De la Riva diseño el panteón de forma que constara de una estructura rectangular muy baja que forma la base del enterramiento y después se va estrechando en cada una de sus caras hasta rematarse con un pequeño templete de cupilla escamada y cruz. El interior está cubierto por una bóveda de aristas y molduras de resalte al modo de crucería.

El panteón, considerado una muestra representativa tanto de la arquitectura funeraria de la época como de la obra de Pérez de la Riva, perteneció a la familia de Jacinto Uzcudun, quien reposa junto, entre otros, con José Uzcudun Pérez de la Riva (1899-1992), destacado benefactor de la ciudad. José Uzcudun participó activamente en diversas asociaciones benéficas como la Obra San Martín o el Patronato de obras Sociales Marqués de Valterra.

La familia de Jacinto Uzcudun fue una de las pocas que encargo un panteón a Casimiro Pérez de la Riva (1851-1934), destacado arquitecto que fue miembro de la delegación española en la Exposición Universal de París y obtuvo la tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

En el recinto de Ciriego también han dejado sus huella otros importantes arquitectos con monumentos notables como por ejemplo el monumento a la tragedia del Cabo Machichaco, la sepultura primigenia de Augusto González Linares o la escultura yacente Rosa Meana.