El Parque 2020, un nuevo sendero para los paseantes en la ciudad

Los tres senderos que conforma este nuevo parque construido para recordar a las 144 víctimas que dejó el covid en Santander se entrelazan entre sí ocupando 20.000 metros cuadrados de la vaguada de Cabo Mayor. Los senderos quedan delimitados por árboles de especies autóctonas, todavía de escasa envergadura.

«Es una idea encantadora y dulce la de recordar con árboles a la gente que falleció a consecuencia de la pandemia», opina Mamen Andrés, también vecina de Santander, que disfrutaba con unos amigos de un paseo por el nuevo espacio.

«Es la primera vez que lo visito a pie, lo había visto desde el coche», explica otro residente de la ciudad, José María Pellón. «La impresión es muy buena. Era un lugar cubierto de maleza e infrautilizado que ahora podemos disfrutar, además con estos árboles que se acaban de plantar y que irán cogiendo tamaño», añade.

El Parque 2020, una obra diseñada por el paisajista Luis González-Camino, fue inaugurado en junio, por lo que este es su primer verano como un itinerario turístico más que añadir a la ciudad y un aliciente que potenciará el turismo en esta zona de alta riqueza paisajística. Hasta el momento, se ha convertido en un punto de encuentro de ciudadanos y turistas.

Su construcción, por parte del Ayuntamiento, no estuvo exenta de polémica, con parón incluido de varios meses, debido a que en la zona existe catalogado un yacimiento de la época prehistórica recogido en el inventario Arqueológico de Cantabria (Invac). Por este motivo, hubo que esperar a conseguir un informe arqueológico que diera luz verde a los trabajos en la superficie. Superadas estas trabas y dilaciones, la obra, que contó con un presupuesto de 300.219 euros, avanzó hasta su finalización.

Numerosas personas de todas las edades, sobre todo en los días de benigna meteorología, se dan cita en la zona y atraviesan el parque, que antes era más difícilmente transitable. En cambio, hoy se baja con facilidad desde el acceso más cercano a Mataleñas. Y en línea recta, uno de los caminos lleva directamente al faro, con un acceso también más cómodo hasta su torre. Además, todavía será de mayor utilidad cuando se lleve a cabo la remodelación anunciada para esta infraestructura, que estará lista en octubre.

El Parque 2020 se ha convertido en una gran carta de presentación de la ciudad. Es el caso de Ángela Medina, que enseñaba la ciudad a una amiga de fuera, Anne Espina. Como anfitriona optó por esta zona como punto de partida. «Enseñar la ciudad partiendo de este lugar, con un recorrido hasta el faro y bajar por la ladera, es una buena forma de mostrar la belleza de Santander cuando viene alguien de fuera. Además, es un buen punto para hacer un picnic y extender las toallas y pasar la tarde».

Pero no todo van a ser alabanzas; también hay críticas, en este caso por parte del grupo de marcha nórdica Oxígeno XXI: «La idea de este parque es genial y el motivo, el homenaje a las personas que fallecieron por covid, nos parece muy adecuado. Sin embargo, es una lástima que al haber plantado el césped sobre unas estructuras metálicas, que entendemos es para que no se forme un barrizal, hace inviable que podamos hacer el recorrido con los bastones y tampoco lo veo adecuado para los perros», apunta Cristina Valadés, integrante de este grupo deportivo.

El Parque 2020 es «un remanso de paz», con gente que transita por el lugar, sin abarrotarlo. «Con este espacio hemos querido hacer un reconocimiento y homenajear a muchos vecinos que por desgracia ya no están y que nos dejaron en momentos duros. El Parque 2020 es un lugar de recuerdo para los familiares que sufrieron no solo la pérdida, sino las duras condiciones en las que se produjeron esos fallecimientos», destaca la alcaldesa de Santander, Gema Igual, que define este lugar como «lo suficientemente apartado y tranquilo como para que quienes lo deseen puedan dedicar un momento a su recuerdo en paz y silencio. Un lugar especial».