Un paseo para pensar el futuro de la ciudad

Santander. Patrimonio, movilidad, vivienda, economía, igualdad, innovación... Tantos factores entran en juego a la hora de definir el próximo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Santander, que resulta preciso escuchar a los expertos. Por eso el Ayuntamiento de Santander salió ayer a la calle para discutir con un grupo de arquitectos, ingenieros e historiadores este documento que servirá para ordenar y planificar el urbanismo de la ciudad.

«Necesitamos escuchar las voces de todos, también de los vecinos, que son los que viven la ciudad en todos sus barrios y son los que pueden ver cosas que desde el Ayuntamiento pueden escapársenos», explicó el concejal de Urbanismo, Javier Ceruti.

El paseo de ayer, primero de otros que vendrán las próximas semanas, partió del edificio de las estaciones de Feve para realizar un recorrido que alcanzó a la lonja del barrio Pesquero para regresar luego hasta el Centro Botín, pasando por la Biblioteca Central. «Hemos elegido este primer barrio de Castilla-Hermida porque es quizá el que más margen de mejora puede tener de cara a una reordenación urbana futura», aclaró Ceruti.

Se habló del proyecto de soterramiento de las vías de tren como de la construcción de la gran losa de 50.000 metros cuadrados de espacios verdes que se devolverán a la ciudad. «Estamos hablando de que se liberaría más de 80.000 metros cuadrados de espacios que hoy en día son inaccesibles para el vecino de la zona», aclaró el director general de urbanismo en el consistorio de la capital, Antonio Bezanilla.

La intención es que en el futuro varias mesas sectoriales traten con expertos de cada rama asuntos más concretos. Una de ellas irá dedicada a poner en común las opiniones de ingenieros, arquitectos, vecinos, comerciantes y otros agentes, para identificar las necesidades que deberá cumplir la integración ferroviaria en este barrio.

El modo en el que la explosión del vapor Cabo Machichaco en 1893 arrastró a esta zona de la ciudad «hacia la marginalidad» es algo sobre lo que las autoridades municipales insistieron. «Este es el punto de entrada a la ciudad, su puerta, si queremos decirlo de esta manera; y sin embargo es uno de los más maltratados por el urbanismo de esta capital», advirtió Nacho Villamor, exdecano del Colegio de Arquitectos.

Estos paseos, que se prolongarán a lo largo del verano y que se integran dentro del periodo de consulta pública del futuro PGOU, se desarrollarán los miércoles y recorrerán varios barrios de la urbe con los vecinos de cada zona. Todo con vistas a diseñar en nuevo plan que sustituya al actual, que data de 1997 después de que el último, de 2012, nunca llegara a aplicarse.

De hecho, han pasado ya cuatro años desde que el Supremo tumbara el de 2012 tras la denuncia de la asociación ecologista ARCA, posicionada desde el inicio en contra del modelo urbanístico que entonces se propuso para la ciudad. Un esquema basado en el «crecimiento poblacional inasumible» y que no tenía encaje en la capacidad de recursos hídricos que hoy tiene la ciudad y Cantabria.

La solución fue regresar al modelo anterior, de 1997 y justo ahora, previo diseño del nuevo documento, se procede a este tiempo de consulta pública que terminará en la redacción en octubre de un texto que incluirá todas las propuestas populares y de expertos de cara al nuevo PGOU de Santander.