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Las obras para renovar los Jardines de Piquío rehabilitarán los más de 4.000 metros cuadrados de parque respetando su imagen clásica. Como subrayan desde la dirección de obra, a cargo de De La Fuente Arquitectos, «no se va a alterar para nada el concepto ... que tiene el jardín, el diseño, la geometría... Se va a restaurar, se va a reponer lo que está mal y rehacer las cosas que con los años se vuelven viejas. Es un honor participar en este proyecto porque, a mi manera de ver, es una obra maestra de la jardinería que gusta a todos, tanto a los entendidos como a los no entendidos», asergura el arquitecto Luis de la Fuente.
Y ese respeto absoluto por las instalaciones actuales incluyen también la vegetación. Tanto las palmeras, los tamarindos, los arbustos y el gran olmo que adornan este espacio se conservarán. Para garantizar su supervivencia, desde el equipo de paisajismo señalan que se están revisando las raíces de estos árboles, ya adultos, para evitar que al renovar el pavimento se vean afectadas. Fue fácil detectar dónde se ubicaban las raíces más prominentes, ya que el suelo estaba levantado en esas áreas. Como apunta el paisajista de estas intervenciones, David Añíbarro, el nuevo pavimento será «más flexible» para evitar roturas en el futuro. Además, se garantizará que el agua pueda salir «de forma natural sin afectar a los jardines». También se plantarán dos palmeras más que actualmente faltan y se eliminará vegetación invasora que se ha plantado posteriormente a la inauguración de los Jardines de Piquío, que cumplirán cien años en 2025.
Las intervenciones recién iniciadas terminarán, según la estimación del Ayuntamiento, el próximo julio. Junto al director de obra y el paisajista, la alcaldesa Gema Igual visitó ayer las obras con el concejal de Fomento, Agustín Navarro. «Es una actuación muy solicitada y consensuada con los vecinos y el sector turístico de la zona», apuntó la regidora, quien expuso que este proyecto «permitirá rehabilitar y mejorar los jardines manteniendo escrupulosamente el diseño original en todos los aspectos».
Para garantizar que este parque continúe «fiel a su identidad», las obras han arrancado una vez realizadas las catas necesarias para conocer las diferentes capas e intervenciones realizadas a lo largo de los años y obtener así información concreta de lo que se ha realizado allí con el paso de los años. «Vamos a arreglar los desperfectos actuando en los diferentes elementos constructivos que componen los dos niveles de los jardines, tanto la superficie como el pasillo abalconado con vistas a las playas de El Sardinero», detalló Igual.
En el primer nivel, que ocupa una superficie de 3.020 metros cuadrados, se renovará el pavimento, que presenta un aspecto muy deteriorado, reponiéndolo con un semipulido antideslizante similar al existente. Lo mismo ocurrirá con el bordillo ornamental, que se compone de alzado de hormigón y canto de río rodado. Se recuperará y acondicionará y, en aquellos casos en los que no sea posible, se sustituirá con las mismas características.
La barandilla ornamental tipo 'Jardines de Piquío' se acondicionará en su totalidad, así como el muro de mampostería concertada colindante a la avenida Castañeda, que se repondrá en su totalidad con el mismo tratamiento en alzado. La actuación incluirá la restauración de la Bola del Mundo y de elementos como la pérgola, la Mesa Zodiacal, los muros-faldones en barandillas perimetrales y los pórticos.
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