El geolocalizador y las etiquetas: las pistas que delataron a los autores de dos hurtos en Santander

La Policía Local de Santander detuvo a dos individuos por cometer hurtos en la ciudad, uno de ordenadores y el otro, de ropa. No hizo falta mucha investigación, ya que ambos eran una pista andante. El de los ordenadores no contaba con los geolocalizadores que los aparatos tenían instalados y el de las prendas, las llevaba puestas y con la etiqueta a la vista.

El primero fue detenido en la zona de de las taquillas de la Estación de Autobuses. A requerimiento del Servicio de Vigilancia de la propia estación, la policía acudió a identificar y arrestar a Y.A., de 26 años de edad, como presunto autor del hurto de cuatro ordenadores portátiles cometido momentos antes en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Técnicos Industriales y Telecomunicaciones situada en la Avenida de los Castros. Tales ordenadores pertenecían a estudiantes y fueron sustraídos durante el transcurso de un descanso de las clases. Gracias al servicio de geolocalización que poseen los aparatos, sus propios dueños pudieron localizar al implicado. Los llevaba dentro de una mochila y requirieron ayuda a los vigilantes para que lo retuvieran hasta que llegara la Policía, que instruyó las correspondientes diligencias por un supuesto delito de hurto.

En cuanto al otro caso, fue el lunes cuando agentes de la Policía Local vieron a un hombre de 36 años, con las iniciales A. F., un 'conocido' de los agentes por haber cometido muchos otros hurtos, transitando por la calle Jesús de Monasterio con una chaqueta «aparentemente nueva» y con la etiqueta puesta. Y fue por este motivo por el que los policías decidieron darle el alto y preguntarle por la prenda, a lo que el hombre contestó «que se la acababa de comprar su madre», según la Policía. Pero luego los agentes pudieron averiguar que esa chaqueta había sido sustraída el día anterior (domingo) en un comercio de las inmediaciones y que la misma tiene un precio de 64,99 euros. En la misma tienda informaron a la Policía que una semana antes también les habían robado una sudadera (valorada en 26,99 euros). Pues resulta que tal sudadera también la llevaba puesta A. F. en ese momento. Y sobre ella, un chaleco, que resulta que había sido robado también el domingo en otro comercio de la zona (valorado en 199,90 euros). Por todo ello, los agentes instruyeron las correspondientes diligencias para el juzgado.

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