Así será el plan para impulsar el comercio

El plan de acción se despliega en cinco ejes que, a su vez, se dividen en 27 actuaciones. El primero, centrado en la transformación digital, incluye el refuerzo de El Mercaderío –la web de venta online de productos de Santander–, la instalación de dispositivos para controlar la afluencia en zonas comerciales y las ayudas para la creación y mantenimiento de la web y redes sociales y un boletín electrónico para la formación y recursos digitales en comercio.

En el segundo eje, denominado transición verde, se contempla un 'plan renove' municipal para ahorro energético, promoción del cálculo y compensación de la huella de carbono, promoción del transporte público para realizar compras y habilitación de aparcamientos disuasorios. El tercer eje incluye el observatorio del comercio de Santander, la gestión inteligente de la actividad comercial, la creación de espacios de colaboración público-privada, un informe anual de la evolución del comercio así como encuestas anuales a comerciantes y consumidores.

La renovación de los espacios comerciales (cuarto eje) contempla la renovación urbana de las calles, la mejora de la accesibilidad en zonas comerciales, la mejora de la movilidad, ayudas a la renovación de la estética exterior de los comercios y ayudas para la apertura de nuevos negocios en calles con locales vacíos. Y, por último, la puesta en valor de zonas comerciales (quinto eje) incluye un plan de promoción y fomento del comercio en zonas no céntricas, campañas de promoción de comercio, los bonos Santander Vale +, la gestión profesional de los mercados y mercadillos municipales y la puesta en marcha de los premios Comercio Santander y de las rutas turísticas comerciales.

Antes de desarrollar los ejes de actuación, desde el Ayuntamiento han realizado un diagnóstico de la ciudad, sus habitantes y su comercio para poder determinar así las necesidades. Así, el documento recoge que, actualmente, la población de la capital cántabra es de 172.221 habitantes, un 29,5% del total de la región. Además de la leve pérdida de habitantes en los últimos años, la población está envejeciendo: casi un 38% tiene edades comprendidas entre los 40 y los 64 años. En cuanto a la renta per cápita, los habitantes de Santander han experimentado un considerable ascenso desde 2012 hasta 2019, hasta situarse en 17.680 euros al año, 1.455 por encima de la media de Cantabria.

En cuanto a los hábitos de consumo, el comercio electrónico ha experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años. Si en 2017 un 16,4% de la población cántabra entre 16 y 74 años había realizado alguna compra por internet en los últimos doce meses, en 2021 ese porcentaje fue cuatro veces mayor, llegando al 67%. Además, el gasto efectuado por las personas que compran a través de la red también va en aumento: en 2021, el 8,6% gastó más de 500 euros en los tres últimos meses del año frente al 4,8% en 2019. Por tanto, el Plan de Comercio considera que la transformación digital «debe de ser una de sus prioridades para adaptarse a esta nueva forma de consumo».

No existe una cifra exacta de los locales comerciales que hay en Santander, por lo que el plan recoge los datos de tres fuentes: el Instituto Cántabro de Estadística (Icane), el censo de empresas de la Cámara de Comercio de Cantabria (CCC) y un inventario comercial realizado la Oficina Municipal de Apoyo al Comercio (OMAC). Atendiendo a los datos del Icane, entre 2012 y 2019 Santander perdió un 14,6% de los establecimientos comerciales de venta al por menor, contando al final de ese periodo con 3.087 establecimientos. Esa tendencia a la baja se invierte a partir de 2019, según los datos recopilados en el inventario de la OMAC. Ese año, dicho inventario contabilizaba 2.791 establecimientos comerciales; en 2021, 3.089; y en 2022, 3.178. Por su parte, el censo de la CCC registró en 2021 un total de 3.345 locales comerciales. Teniendo en cuenta los datos de las tres fuentes de información, el plan establece el número de establecimientos comerciales en Santander en torno a los 3.100.

Hay claras diferencias entre unas zonas y otras de la ciudad. El plan lo analiza en función de los códigos postales y el área con más locales comerciales es la del código 39002. El centro. Allí hay 366 comercios y las tres calles con más peso son la plaza de La Esperanza (98), la calle Cádiz (49) y Lealtad (39). Las actividades más repetidas son la moda (136), el mercado (91) y la belleza (29). En la balanza opuesta está el código 39012, con 150 comercios. En esta zona las calles con más peso son La Gloria (50), Repuente (41) y La Albericia (38). En cuanto a las actividades más habituales están la alimentación (26), la belleza (21) y el hogar (18).

La mayoría del comercio local de Santander está consolidado y, según las encuestas realizadas, el 60% de los negocios tiene una antigüedad de más de veinte años. Los comercios de nueva apertura (menos de cinco años de antigüedad) únicamente representan el 8%. Además, la mayoría son pequeños comercios: el 62% cuenta con una o dos personas y solo en un 5% de ellos trabaja más de diez personas.

El tema del aparcamiento es el que más preocupa a los comerciantes consultados, ya que consideran que debería aumentarse el número de plazas, dar mayor flexibilidad para aparcar (reducir el precio de los aparcamientos) o mejorar el transporte público desde la periferia y los aparcamientos disuasorios. En definitiva, lo que reclaman es que se facilite el desplazamiento de los clientes en vehículo propio a las zonas comerciales de la ciudad para evitar, entre otras cosas, que acudan a los centros comerciales de la periferia.

Como refleja el Plan de Comercio, «esta es una cuestión controvertida» porque tanto las políticas de lucha frente al cambio climático como las estrategias de gestión urbana actuales «apuestan claramente por el uso del transporte público y la restricción del acceso del vehículo privado a los centros de las ciudades».