El Plan de Mayores de Santander tendrá 182 medidas para favorecer el envejecimiento activo

Porque estar solo cuando alguien no lo busca afecta a la salud. Así lo explica el delegado en Cantabria de la asociación, Fernando Villoria, que es médico ya jubilado especializado en Anatomía Patológica. «Al igual que hay causas como el tabaquismo o la obesidad que potencian el envejecimiento, la soledad y el aislamiento social son factores de riesgo equivalentes», explica. Y el número de personas que viven solas en Santander se incrementa de forma significativa a medida que cumplen años, drásticamente en el caso de las mujeres. Así, mientras que en la franja de edad entre los 55 y los 64 años el porcentaje es similar en hombres (17,2%) y mujeres (18,9%), en edades superiores se multiplica por 2,5 en el caso de las mujeres: en la franja de 80 a 84 años el porcentaje de hombres que viven solos es del 18,3% y el de las mujeres sube hasta el 45,4%.

Y ahí es donde el Ayuntamiento tratará de tener un papel determinante para evitar que esas personas estén solas y, sobre todo, para que tengan a su disposición actividades que les permitan seguir activos. «Mucha gente no sabe qué hacer cuando se jubila y lo peor es que se decanten por quedarse en casa. Hay que seguir haciendo cosas y agradecemos al Ayuntamiento que haya contado con nosotros para la elaboración del Plan de Mayores», celebra Villoria, que además destaca que Cantabria es la primera comunidad autónoma de España con una dirección general contra la soledad no deseada.

Las 182 medidas a favor de un envejecimiento activo están recogidas dentro de cinco retos. El primero aboga por la salud y la autonomía personal con el objetivo de reducir la soledad y promover la independencia de las personas mayores. El segundo se centra en la movilidad, tanto a pie como en transporte público y privado. El tercero, busca empoderar a los mayores; el cuarto, garantizar su acceso a la formación y la información y, el quinto, defiende que la ciudad sea amigable, accesible para ellos y libre de contaminación.

Esta es la teoría, que se transformará en esas casi 200 actuaciones a las que las personas mayores tendrán acceso. Entre ellas, figura la creación de redes vecinales de apoyo que impulsen la participación activa de estas personas, para lo que se generará un equipo de voluntarios formados para establecer vínculos con ellos que atiendan sus necesidades. También se prevé desarrollar en los centros cívicos una programación continua de entrenamiento en hábitos de convivencia, organizar actividades grupales de ocio y actividad física al aire libre y diseñar un programa de acompañamiento que ponga en contacto a personas que se encuentran solas.

Para que la ciudad sea más amigable y las personas mayores tengan más facilidades para moverse, se mejorará la señalización e información en las paradas de los autobuses a través de sistemas visuales o sonoros. También se incrementará el número de semáforos acústicos y se aumentarán los tiempos para que dé tiempo a cruzar. Habrá más taxis adaptados, más ayudas económicas para su uso y más aparcamientos para personas con movilidad reducida. En cuanto a formación, el Ayuntamiento pondrá en marcha talleres de idiomas, de cultura general e informática y también charlas, seminarios y foros de historia y de temas de actualidad para que las personas mayores sigan formándose después de la jubilación.