La playa de Los Peligros vuelve a perder su pasarela, esta vez por las mareas vivas

Los santanderinos que caminan habitualmente por la playa de Los Peligros saben que después de un temporal es más que probable que la pasarela peatonal que recorre la línea de costa desaparezca. La fuerza del mar golpea contra los bloques de madera y los arrastra al Cantábrico. Ni ayer ni en los días anteriores ha habido temporal. Fue la marea viva de la noche anterior la que hizo que el agua alcanzara la cota donde está ahora este paseo artificial y lo dejara inutilizable.

Esta vez el océano no se tragó la estructura, pero las consecuencias fueron las mismas. Alrededor de 40 de los bloques que se unen como un puzzle para formar la pasarela quedaron destrozados a la altura del edificio de La Horadada. En total, unos cien metros lineales de camino con tablas sueltas e infladas que hubo que retirar por motivos de seguridad para evitar accidentes. Tocó pisar arena y subir la bicicleta en brazos para recorrer este espacio, a la altura del antiguo muelle de El Puentuco, el más afectado siempre por los fenómenos meteorológicos adversos.

Los trabajadores de la empresa Ascán, responsable del servicio de limpieza de playas, se desplazaron a primera hora de la mañana para comenzar a retirar las plataformas, llevarlas al taller y acometer su reparación. «Somos conscientes de que aún hace buen tiempo y la gente quiere pasear por la playa, pero no podemos colocarlo hoy mismo porque además falta mucha arena y no tienen la suficiente estabilidad y seguridad», explica la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santander, Margarita Rojo. Además de recoger las maderas, también hubo que limpiar la materia orgánica -troncos y algas, principalmente- que trajo el mar.

Desde el Consistorio explican que ahora esperarán a que baje el coeficiente de marea para colocarlas de nuevo. Será en unos días. «Como es conocido, esta es una situación que desgraciadamente se repite cada año», recuerda la edil. Lo que no solía ser tan común es que episodios como este se dieran sin temporales y sólo con mareas vivas. Se debe a la falta de rellenos: al no haberse repuesto la arena, como otros años, el agua entra con más libertad y por eso los daños son mayores. Unos rellenos que no se han llevado a cabo por la obra ahora paralizada -y a la espera de que el Ministerio de Transición Ecológica tome una decisión- de los espigones, pensada para estabilizar las playas de Los Peligros y La Magdalena.

Esta falta de arena hizo que ayer, cuando se retiró la línea de costa con la marea baja, se viera en todo esplendor ese muelle de El Puentuco que durante medio siglo permaneció sumergido y que 'resucitó' hace ahora justo un año. Cada día que pasa y que el mar arrastra nuevas capas de arena la parte emergida es mayor. Primero fueron los noráis de la parte superior y ahora los cinco brazos de hormigón que forman este muelle en desuso.

En esta zona es donde también durante la mañana de ayer los operarios de limpieza seguían recogiendo los restos del multitudinario botellón que se celebró durante la noche del jueves al viernes. Desde la organización Fridays for Future, promotora de la marcha por el clima que recorrió el viernes el centro de Santander, lamentan que «mientras algunos jóvenes trabajamos por un planeta más sostenible, otros realizan actos incívicos en dirección contraria», en referencia a esos cerca de 700 kilos de basura que se han recogido en las playas y que también acabaron en flotando en el mar.

Eso sí, el colectivo rechaza algunas acusaciones que en las últimas horas han aparecido en las redes y en las que se afirmaba que los participantes en el botellón eran los mismos que al día siguiente estaban tras las pancartas: «Es injusto criticar a toda una generación por los actos de unos pocos jóvenes».