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La polémica está servida. El Galerna Fest tiene previsto celebrarse durante los días 27 y 28 de septiembre en una ubicación sin desvelar de Santander. El festival, que ha recibido varias acusaciones de «fascista» durante las últimas horas, está promovido por la Asociación Cultural Alfonso ... I. Una agrupación que se autodenomina en redes sociales como «inconformistas montañeses asociados como elemento frente al injusto y deshumanizado mundo que nos ha sido impuesto». En el cartel, ya confirmado y cerrado, se cuentan con bandas internacionales como FTP, Defender y Green Arrows. Además de la banda local SDR. En la presentación por redes sociales, varios de estos grupos son definidos como de música RAC («Rock against communism» o «Rock contra el comunismo») y se les destaca por tener «canciones radicales». Incluso, la banda Irreductibles cuenta con publicaciones en Facebook donde se puede ver el escenario de un concierto decorado con una bandera española preconstitucional.
El portavoz socialista en Santander, Daniel Fernández, ha solicitado en una carta a la alcaldesa, Gema Igual (PP), la retirada del festival «abiertamente fascista» en el que se cuenta con cantantes que «se dedican en sus letras a atacar al inmigrante, a la mujer y la igualdad, que hace apología del genocidio y a favor de la Guerra Civil española».
«Nos sorprende que se haya anunciado este cartel y la alcaldesa no haya dicho nada cuando es ella la que tiene que dar los permisos para que se celebre», se ha expresado el portavoz socialista para denunciar este festival y pedir su retirada. Fernández solicita a Igual que «haga todo lo posible para que este festival no se celebre en Santander, para que esta vergüenza no se produzca en la capital de Cantabria».
La cita, que está prevista que se desarrolle durante el último fin de semana de septiembre, se realizará en un recinto privado, según anuncian los promotores a través de un vídeo en redes sociales. Durante los dos días que dura el festival tienen previstas diversas actividades como coloquios, prácticas deportivas, puestos culturales y de ropa...
Rock contra el fascismo, una asociación internacional compuesta por 1.390 bandas, fue la primera en denunciar que en el Galerna Fest «participarán grupos abiertamente neonazis». «Hemos visto que tienen mucha presencia en redes sociales, se mueven mucho en TikTok últimamente», señala Óscar Sancho, portavoz de esta asociación.
«Realizan los anuncios de sus eventos, pero nunca especifican dónde los van a realizar, te ponen un correo electrónico para que pagues, pero no te dan la entrada directamente. Además, te hacen como un examen con preguntas en las que quieren conocer si perteneces a algún partido o si has estado en uno de los anteriores eventos», explica.
Desde Rock contra el fascismo esperan que las autoridades intervengan y, aunque sea por la falta de permisos legales, no se lleve a cabo la celebración del festival. «Ojalá por el mensaje que transmiten también lo suspendiesen, porque es importante lo que se transmite a la sociedad, que nosotros no estamos en contra de la libertad de expresión, pero sí de los delitos de odio», sentencian desde la asociación. «Puede ser bastante peligroso que este tipo de gente se pasee por la ciudad, no sería la primera vez que dan una paliza a alguien porque están de fiesta».
Una situación que recuerda mucho a la vivida hace apenas un mes en Toledo con la convocatoria de una jornada de conciertos y acampada para el mes de octubre y con grupos musicales que se identifican con los que componen el Galerna Fest.
La alcaldesa, Gema Igual, ha respondido a la denuncia del PSOE por la celebración de este festival: «He de recordar que en locales privados, siempre que se cumpla con la normativa, se puede hacer lo que el organizador estime. Otra cosa es que las letras nos gusten o no nos gusten. No me estoy metiendo en el fondo, porque, en mi opinión, tampoco me gusta, pero no se puede hacer nada si cumple con la legalidad, no nos podremos oponer».
La regidora ha recordado al concejal de la oposición que sabe perfectamente que, si se cumple con la normativa, no se tiene capacidad. «Todo lo que falte al respeto me parece fatal, pero hay veces donde puedo y hay veces donde no se puede hacer nada», reitera Igual. «Me parece intervencionista el que se pida que una alcaldesa o que un equipo de gobierno prohíba algo. No pedimos las letras de las canciones, la responsabilidad recae sobre el local», concluye.
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