La Policía Local amenaza con llevar «el caos» a las calles durante la Semana Grande

Según ha podido saber este periódico, la plantilla, o parte de ella, la que se tapa con la manta de los sindicatos APLB, CSIF, SIEC y USO, remitió el pasado día 17 de junio un escrito al Consistorio en el que emplazaba a sus altos responsables a negociar algunos acuerdos económicos, la mayoría de ellos vistos como reivindicaciones históricas, y les advertía de que una negativa traería consecuencias.

En aquel documento, los firmantes se referían a algunos asuntos que conllevan mayores ingresos como el complemento de destino o los mismos índices correctores. Y también en aquel documento, los firmantes ponían fecha límite a la negociación.

Se cumplió este lunes. Día 1 de julio. «Y ante la negativa del Ayuntamiento de Santander a negociar», subrayó el portavoz de la Asociación de Policías Locales y Bomberos, Carlos Martínez, los agentes han decidido hacer lo que en ese escrito advirtieron que iban a hacer en el caso de que sus demandas no fueran escuchadas. «Se dejan de realizar horas extraordinarias y se dejan de utilizar los teléfonos móviles particulares», resumió a este respecto Martínez, que después detalló los efectos que ambas medidas van a producir en el servicio que los policías locales prestan al ciudadano.

Según el portavoz del sindicato, que los agentes dejen de realizar horas extraordinarias en una época en la que con ellas cubren la ausencia de los compañeros que disfrutan de sus vacaciones estivales «va a suponer una considerable merma de efectivos en las calles», donde la carencia de policías locales, dice, «va a provocar un caos» ahora que llega el tiempo de verano y ahora que se aproxima la Semana Grande.

Que, por otro lado, los agentes dejen de utilizar sus móviles particulares para poder comunicarse en un momento en el que los sistemas de conexión internos son defectuosos tirando a inexistentes (las emisoras de radio en las que el Consistorio se gastó 180.000 euros no funcionan ni bien ni regular) «va a significar un grave problema a la hora de reaccionar a tiempo a cualquier llamada de emergencia», lo que, añade Martínez, va a agravar ese caos.+ç

Interpretando todo esto anterior como una amenaza a la seguridad de los ciudadanos de Santander, el concejal de Policía, Pedro Nalda, aseguró este lunes que el gobierno local «no va a tolerar ningún ultimátum» de su fuerza policial.

Muy crítico con ese documento, el edil explicó que este escrito, del que se desmarcan CC OO y UGT, entró en el Ayuntamiento el 17 de junio, «cuando todavía no estaba siquiera constituida la nueva Corporación municipal», y que lo hizo con un planteamiento «poco acertado tanto en el fondo como en la forma».

A su juicio, yerra en el fondo «porque piden cosas inviables» pues inviable es, a su modo de ver y al de los asesores municipales, «que tengan el mismo complemento de destino un inspector y un oficial cuando entre estos dos cargos existe una clara diferencia de responsabilidades». Y también yerra en la forma «porque piden cosas inviables con medidas de presión» que su concejalía ni el ayuntamiento están dispuestos a permitir.

«No vamos a tolerar estas actitudes. No vamos a tolerar amenazas ni vamos a tolerar ultimatums porque está en juego la seguridad de los vecinos de Santander», advirtió Pedro Nalda, que, sobre esto, se apresuró a lanzar un mensaje tranquilizador.

«Articularemos las medidas que sean necesarias si entendemos que estas decisiones, mal tomadas, pueden poner en peligro la seguridad de los vecinos en algún momento, bien sea durante la celebración de la Semana Grande bien sea durante la celebración de cualquier otro tipo de evento».