El PP ve «prácticamente imposible» vetar la circulación de coches contaminantes antes de 2023

Las cuatro mociones que se debatieron sobre movilidad eran de Vox (2), PSOE y UxS. El partido liderado por Guillermo Pérez-Cosío defendió, directamente, que no se delimite un área restringida a los coches más contaminantes –a pesar de que lo obligará la normativa– y también pidió bajar los impuestos a los vehículos. Por su parte, los socialistas reclamaron un plan de adaptación a la nueva movilidad y UxS demandó un día semanal sin coche para que los vecinos de Santander vean que es posible moverse por la ciudad sin depender siempre de él. Pero ninguna de las propuestas salió adelante. Las de Vox sólo recibieron su propio voto a favor (aunque los populares se abstuvieron) y las del PSOE y UxS tuvieron sus propios apoyos y el del PRC, pero el eje PP-Cs-Vox sumaron la mayoría necesaria para dejarlas fuera.

Tras enumerar medidas ya en marcha para potenciar la movilidad sostenible, como un transporte público más eficiente, autobuses híbridos y eléctricos, el impulso de la bicicleta y el apoyo al taxi, Díaz aseguró que también se están dando pasos en la implantación de las ZBE. En concreto, se ha contratado la asistencia técnica que colaborará con los servicios municipales para definirlas. También explicó que, con fondos europeos, instalarán sensores de ruido, de calidad del aire y de aparcamiento para analizar en profundidad la contaminación que genera el tráfico.

En una segunda fase, toda la información recogida con los sensores se incluirá en una plataforma de gestión y control a través de la que se evaluarán los datos para delimitar con concisión la ZBE. «Sin embargo, a medida que avanzamos, no sólo nosotros sino todos los ayuntamientos, nos encontramos con incertidumbres como el retraso en la tramitación de los fondos europeos», ha lamentado. «Y son necesarios para poder obtener los datos y la máxima información que nos permita tomar futuras decisiones que no pueden ser precipitadas. No es momento de cometer errores fruto de la improvisación, ya tenemos bastantes problemas en el día a día como para introducir más incertidumbres».

A falta de tres meses para que las ZBE sean obligatorias, Díaz recalca que no se pueden tomar medidas como «pollo sin cabeza»: «Necesitamos saber los datos de partida, los beneficios que vamos a recibir, que el ciudadano sepa que el esfuerzo merecerá la pena... Por eso no nos vamos a precipitar, porque esto puede llevar a alterar la vida cotidiana de la gente y por eso hay que ser muy cuidadoso». Por todo ello, es «prácticamente imposible» meter en las ordenanzas la ZBE antes del 1 de enero.

Entre los socialistas, el concejal encargado de defender la postura fue Javier González de Riancho. En el plan de movilidad que defendieron, proponen carriles segregados entre Valdecilla y Puertochico para bicicletas y patinetes, revisar las aceras-bici, señalizar las intersecciones de carriles bici con calzadas, adaptar la Ordenanza de Movilidad a los patinetes, elaborar un Plan Semafórico que termine con las «esperas interminables para los peatones», crear una aplicación móvil y cerrar al tráfico de coches y motocicletas parte del frente marítimo los domingos y festivos.

Una propuesta que, aunque «demasiado concreta» para los regionalistas, que preferían trazar el plan conjuntamente en la Mesa de Movilidad, apoyaron junto a UxS. «Esta moción precisa demasiado y echamos de menos debate, pero la apoyaremos», expuso el edil Jesús Goñi. En cuanto a la propuesta de un día semanal sin coche, Miguel Saro (UxS) afirma que ha tenido éxito «en muchas ciudades»: «Si los vecinos lo ven como algo posible y útil, que no les afecta tanto y que además mejora su calidad de vida, lo irán cogiendo como costumbre».

En cuanto a la posibilidad de reducir el impuesto de vehículos, aunque no obtuvo apoyo, Pérez-Cosío consideró que «con la determinación de expulsar el vehículo de la ciudad es un desatino cobrar tantos impuestos, el vehículo es necesario para muchos, es un instrumento que hasta los más humildes necesitan, hay que pensar en la gente».