«No hay preferidos ni preferencias para pactar, no hay líneas rojas con ninguno»

–Bueno, ¿ y ahora qué?

–Ahora lo que toca es ser agradecida con los santanderinos porque nos han dado mayoritariamente su confianza. Las urnas nos dieron un margen de más del 50% de votos por encima de la siguiente fuerza política y debemos estar orgullosos de esos santanderinos. Nos han dejado la senda bien clara: quieren continuidad, quieren que el PP esté al frente del proyecto de Santander, pero, eso sí, con diálogo y con comunicación con los grupos políticos –que por otro lado ya veníamos de una legislatura en la que habíamos abierto el diálogo–. Eso toca. Hablar con todos los partidos, absolutamente con todos, y poner encima de la mesa el proyecto de Santander. Qué es bueno para Santander. En esas estamos y ahí vamos a desviar nuestros esfuerzos desde ahora.

–Al grano. ¿Ha llamado ya a Javier Ceruti?

–He llamado a todos los cabezas de lista. He hablado con casi todos excepto con uno que no he podido. Tenemos la vía abierta para poder quedar y mantener las reuniones absolutamente con todos.

–El domingo, Pedro Casares apeló directamente a Ciudadanos. Usted no les nombró.

–A mí me parece que primero hay que escuchar a las urnas. El domingo lo que tocaba era analizar el resultado y decir que habíamos ganado. También que lo que nos decían los santanderinos es que había que abrir una vía de diálogo y que liderábamos los votos. Lo que toca hoy es hablar absolutamente con todos, que es lo que hemos hecho, y lo que seguirá después es decir qué ha pasado en esas conversaciones. Pero no es mi estilo adelantarme. No tenemos ninguna línea roja con ningún partido. De lo que vamos a hablar es del futuro y del proyecto. De lo mejor para Santander. Eso no depende sólo de nosotros. Depende de las conversaciones y aún no se han mantenido.

–En todo caso, la opción a la que todo parece apuntar en primer lugar es un pacto a la andaluza. Cs y Vox. ¿Cómo lo ve?

–Pero es que no me voy a restar a una única...

–Estaremos de acuerdo en que es un escenario al que referirse...

–No voy a elegir escenario porque hay varios escenarios posibles y porque voy a hablar con todos. Vamos a poner sobre la mesa el proyecto con todos. Y después de esas conversaciones explicaremos lo que haya que explicar. No hay preferidos ni preferencias. No hay líneas rojas con ninguno. Y con todos hay un acercamiento, como toca hoy, y una conversación pendiente en días venideros.

–¿Hay entonces otras opciones?

–Vamos a hablar absolutamente con todos. Y si es o no factible saldrá después de las reuniones, pero no voy a restar ninguna opción. Hemos ganado las elecciones, nos toca liderar la ronda de consultas y vamos a hacerlo. ¿Líneas rojas? No. ¿Hablar con todos? Sí. ¿Proponer a todos lo mismo, que es el avance de Santander? Sí. Lo que salga, lo veremos. Pero no será porque el PP no quiera hablar.

–No hay líneas rojas, tampoco con Vox. Sabe que eso le va a suponer un reproche permanente como ya le han dejado claro en la campaña. Ya el mismo domingo por la noche le hablaban desde otros partidos de la «extrema derecha».

–Hay extremos por todos los lados. Como vamos a ir a proyecto de Santander y no a ideas políticas, con quien se negocie y se llegue a un acuerdo –y no hablo ni de Vox ni de nadie en concreto–, habrá que explicar por qué eso es bueno. Nosotros a quien debemos de ser leales es a los votantes y, además, yo he sido alcaldesa para todos los santanderinos, no sólo para los que me han votado. Con esa premisa, con quien se llegue a algún acercamiento será porque es bueno para Santander y tendremos que explicar el proyecto que se haya acordado. No me parece que negociar sea algo tan difícil porque seguro que otros partidos tienen proyectos buenos para Santander. Y sí debemos tener todos el mismo objetivo: avanzar en esta ciudad. Nosotros nos presentamos con 306 propuestas. Y el resto pondrán las suyas encima de la mesa. Habrá que ver si esos programas son ejecutables fundiendo una parte de unos y nuestra parte. Y para eso no hay ningún partido que se excluya o se incluya de antemano.

–¿Teme que un pacto en el Parlamento pueda afectar a las negociaciones en el Ayuntamiento? ¿Contempla ese escenario?

–Entiendo que el Ayuntamiento es totalmente autónomo para todos los partidos. Que tiene la importancia como para que todos alcancen unos acuerdos que no sean vinculados al Gobierno regional. Pero también pertenecemos a un partido, como otros, y será en el fruto de esas negociaciones cuando se planteen todas esas cosas. Desconozco lo que van a proponer otros y lo que se pondrá encima de la mesa. A priori, esto no es cambiar cromos. Es gobernar una ciudad. Que un pacto se limite a 'yo te doy esto y tú me das esto...'. No, perdona, cómo avanzamos esta ciudad y cómo avanzamos esta región. Es lo que están esperando los santanderinos. Ellos no están esperando un reparto de sillones o de concejales. Ellos esperan saber 'qué van a hacer por mí estos cuatro años'. Y eso es lo que queremos contestarles y lo que yo estoy liderando. Nos juntamos todos y sacamos un proyecto si es posible. Lo importante es el proyecto, no qué partidos políticos porque en otro sitio hayan llegado a un acuerdo. No qué personas, qué proyecto. A ver si no quién sale luego a los santanderinos a contarles que a mí me gustaba pero que como yo tenía el pacto en el otro lado... Eso no, hombre.

–Sea como sea, si quiere seguir gobernando sabe que va a tener que ceder mucho más de lo que ha cedido nunca el PP en Santander.

–Todos recordamos que lo que se hizo hace cuatro años fue firmar un decálogo. Sí hubo un acuerdo, que fue transparente. Y fue Cs el que no quiso entrar en el gobierno. Si eso en este momento no es así, pues lo mismo. Si hay buenas ideas, buen proyecto y se hace un equipo, claro que somos conscientes de que las urnas nos han dado once y no catorce y debemos hacer un proyecto estable. Lo que no vamos a hacer es algo cogido con pinzas para que en dos o tres meses o un año suponga un parón para Santander. Buscaremos estabilidad y proyecto en lo que salga de esas mesas. Es atrevido y equivocado presuponer lo que dirán otros. Evidentemente, la representatividad se tiene que ver reflejada. Nosotros tenemos once concejales y la siguiente fuerza, siete. En esas mesas todo el mundo sabe cómo van las cosas porque cada uno sabe la fuerza que tiene y cada uno tiene el proyecto de su programa. Y la prioridad es una, la ciudad.

–Habla de predisposición a negociar. Le pongo un asunto concreto en el que Cs ha insistido mucho. La consulta a los ciudadanos a la hora de elaborar el PGOU. ¿Hasta dónde llega su predisposición?

–En un debate con todos los portavoces ya dije que estábamos de acuerdo. Si buscan y reclaman participación, la ofrecemos. Nuestro PGOU está basado en la participación, en el consenso. Lo hemos dicho. Se pondrá encima de la mesa qué modelo de participación, pero la participación para el PGOU ya está contemplada por el PP. Forma parte de nuestro programa. Cuando lo dijeron en un debate, que su Plan se basa en la participación, mi contestación antes de las elecciones y del resultado fue que íbamos a estar todos de acuerdo.

–¿Y en cuanto la reordenación ferroviaria? Cs dice que hay que renegociar el acuerdo. ¿Se puede? ¿Están dispuestos?

–Como no conozco a qué quieren llegar... Ellos hablaban de un proyecto mucho más grande que ahora es inasumible. Esa renegociación o la actual depende de tres Administraciones (Ayuntamiento, Gobierno regional y central) y sería algo que tendríamos que hablar. Pero creo que no estamos para perder el proyecto que ya tenemos. Se puede valorar y pensar todo, pero no estamos para desechar una inversión de 188 millones de euros en la ciudad. Ahora bien, fruto de esas conversaciones, lo que surja, daremos cuenta de ello. Todos sabemos que no es todo el proyecto que queríamos. Lo dijimos desde el primer momento. Pero es un inicio. Fruto de esas negociaciones se podrá modular o no esta propuesta que nos dice Ciudadanos. Pero no conozco su alcance como para aceptarla antes de conocerla. Una negociación es algo muy responsable y no se puede romper antes de empezarla por hablar unilateralmente. En campaña se apuntan cosas, pero no se profundiza. Quiero actuar con responsabilidad y hablar, con total predisposición, hasta donde puedo hablar.