

Secciones
Servicios
Destacamos
Alude con frecuencia a dos conceptos como referente y mantra: «Conciliar y desbloquear». Inédita en el ámbito político, no así en diferentes terrenos de la ... gestión y la creación, la concejala santanderina María Luisa Sanjuán (1956) afronta un otoño caliente porque tras un preludio lógico de desembarco y adaptación a un ecosistema siempre convulso, deberá tomar decisiones urgentes en uno de los territorios que marcan la identidad de la ciudad: la cultura, las infraestructuras en marcha y las ambiciosas apuestas de futuro. Funcionaria del Servicio Cántabro de Salud, consultora de comunicación y vinculada al mundo de la fotografía y las artes visuales, Sanjuán (Ciudadanos), responsable de la Concejalía de Cultura, Deportes y Transparencia, rechaza el borrón y cuenta nueva y defiende la continuidad de los grandes proyectos. «Participación, efecto retorno, evaluación continua y el desarrollo y potenciación de aquellos ámbitos que alienten la implicación ciudadana» son sus claves para gestionar retos y, en general, «cambiar la dinámica de ralentización y bloqueo» de algunos proyectos. Uno de sus grandes desafíos es su apuesta decidida por la nueva figura de la Dirección General de Cultura.
-Cuatro meses ya de gestión. ¿Qué balance hace de su llegada al cargo? ¿Le ha dado tiempo a priorizar y jerarquizar?
-Esperaba mucha actividad como es lógico. Además me incorporé en pleno verano con muchos proyectos en marcha. He tratado de gestionar cosas urgentes y tenía claro que tras ese periodo nos meteríamos con lo importante. Pero, sobre todo, hubo una cosa que a mí me preocupaba especialmente y era que el cambio de corporación y de competencias de la Concejalía no afectase a terceros, caso de artistas y de gentes que acceden a subvenciones, por ejemplo. Se trataba de que todo fluyera con normalidad. Los cambios políticos lastran muchas veces y ralentizan las cosas hasta afectar a terceros.
-¿Y cómo ha sido ese proceso?
-Ponerme al día, conocer exactamente las cuestiones de gestión administrativa, pues esos aspectos pendientes requerían de atención. Una de las primeras cosas ha sido sin duda el traslado de los fondos de la Biblioteca de Menéndez Pelayo a la Biblioteca Central. Se ha desbloqueado y se ha firmado el convenio y el traslado prácticamente ha finalizado. Y ahora estamos en el tratamiento de cuidado de los volúmenes y en el inventario de enseres...Este tesoro requería de una responsabilidad de gestión. Es uno de los grandes tesoros del patrimonio de esta comunidad que tiene que estar preservado por su valor y proyección mundial.
-¿Cuáles han sido las sensaciones?
-En ese tramo de tomar tierra y de ir hablando con los agentes culturales pude confirmar algunas de las debilidades que, en realidad, tampoco son nuevas. Te das cuenta de que algunos de los problemas de la ciudad no son la falta de espacios ni de oferta cultural, pero sí existen deficiencias en cuanto a la gestión, la relación entre las instituciones y algo que me parece especialmente preocupante: esa ausencia de jóvenes de la oferta cultural teniendo en cuenta que somos una ciudad referente del norte. Hay un ciberproletariado cultural e intelectual pero ajeno al consumo de la cultura de manera directa.
-Hay conciencia de que estamos en una encrucijada crucial, pero también de que la lentitud, el enquistamiento de muchos proyectos es una constante. ¿A qué lo atribuye?
-Eso es consecuencia de esa especie de bipartidismo político, cultural e intelectual que resulta de una competencia antigua. Nosotros (Ciudadanos) venimos sin prejuicios, dispuestos a desbloquear ese clima. No se podrá acabar el problema y no tenemos ideas preconcebidas sobre cómo tienen que ser las cosas pero, al margen de intereses políticos, está claro que no se puede estar bloqueando permanentemente las instituciones. Hay que ganarse a los públicos y a los votantes, y quienes han confiado en nosotros, pero no se puede hacer de todo un conflicto constante y menos en una comunidad de las dimensiones de Cantabria.
- Salvo imagino casos particulares, no ha convocado hasta ahora una gran reunión con los agentes culturales, ¿por qué?
-Pedí al partido aclimatarme y afrontar cuestiones pendientes porque los posibles cambios , creo, debían adoptarse desde el otoño. Y uno que me parece esencial era la creación de la figura del director general de Cultura (Enrique Bolado, cuya propuesta de nombramiento estará sobre la mesa de la Junta de Gobierno mañana lunes). ¿Por qué? Porque tenemos unos grandes retos: lo que ya está en marcha en Santander y lo que se prevé de manera inmediata y todo ello necesita reforzar todas las estructuras. En el caso de esa figura, que ya se contemplaba en el Plan Director, es importante porque al menos servirá para coordinar todo este proceso. Es una necesidad. Coordinar la comisión técnica, que quiero que sea consejo asesor permanente, y que nada ni nadie actúe como compartimentos estancos. De tal modo que un director de una biblioteca municipal también opine sobre determinadas acciones culturales al margen de su labor. Y, por todo esto, quiero que sea ahora la reunión con los agentes. Primero con el director general de Cultura para resituar los centros culturales y cívicos, redefinirlos, y ver qué actividad se desarrolla en cada uno de ellos. Recorrer todos los espacios y preguntar sobre las debilidades, oportunidades y fortalezas en el contexto del Santander 2020.
-¿Ha tenido o tiene una prioridad en la gestión?
-Pues eso es difícil, pero quizás el MAS merezca ahora mas atención porque sin duda es importante. En estos próximos días se va a producir una reunión con la Consejería para abordar el desbloqueo de algunos aspectos de la rehabilitación (BIC) que son esenciales para el futuro. Tenemos el Reina Sofía, el Proyecto Pereda claramente encauzados...pero el MAS tiene que salir adelante. Lo importante es que siga manteniendo su actividad. Volvemos siempre a lo mismo, no podemos dejar cosas enquistadas. Hay que resolver los temas y no quedarnos detenidos. Ese es el problema que hemos tenido en esta ciudad y en esta región durante mucho tiempo. Somos lo suficientemente pequeños para ser ágiles. Nos quejamos pero no podemos pincharnos las ruedas. Hay que tener una ambición de ciudad y, sobre todo, ambición de región porque a veces nos quedamos en nuestras propias fronteras, relamiéndonos y poniéndonos obstáculos.
-Concejalía, Fundación Santander Creativa y ahora...Direccion General de Cultura. ¿Eso cómo se entiende?
-Perfectamente. Como una coordinación técnica de los distintos ámbitos de la Concejalía. El futuro de la FSC es una de las que hay que abordar de inmediato. Hay una dirección en funciones que está realizando una muy buena labor pero debe reunirse el Patronato, definir o nombrar una nueva dirección y fijar objetivos. Pero no veo el choque de decisiones entre estos bloques. Tenía claro que la nueva dirección debía recaer en una persona que conociese la Administración precisamente por lo complicado del ámbito. Pero en todo caso cuando la gente tiene claras sus competencias no hay conflicto. El problema nace cuando hay mucha gente haciendo lo mismo porque siempre habrá algo que se quede sin hacer. Tienen que estar bien definidas las estructuras de los equipos y sus objetivos y eso es precisamente donde hago hincapié, en la base, en la fontanería, en lo que no se ve para que las competencias estén claras, se incorporen conceptos como la sostenibilidad que es transversal, la accesibilidad, la conciliación de lo cultural con la vida laboral y social de la gente, el turismo...
-Es una de las cosas en las que he hecho hincapié desde mi llegada. Quiero descentralizar. La alternativa cultural al centro es incuestionable. Hay que llevar proyectos culturales a otras zonas de Santander. El centro tiene sus necesidades pero quiero hacer extensiva la cultura a toda la ciudad. El fin de la cultura es comprometer al entorno. No se puede entender solo como una expresión, sino que un hecho cultural debe servir para que un barrio se comprometa. Los proyectos culturales deben ser muy activos y participativos.
-La directora de la Fundación Gerardo Diego (Pureza Canelo) dimitió recientemente. ¿Ha hablado con ella ¿Es otro frente que deberá afrontar?
-No me he reunido ni hablado con ella. Es otro de esos casos en lo que los tiempos periodísticos y los de la gestión no van al unísono. Pero es que además la convocatoria de constitución del nuevo Patronato (que supondrá mi integración en él) aún no se ha producido. Es un caso en el que he tenido más detalles por la prensa pero la reunión se convocará porque tiene que abordarse esa renovación interna.
-¿ Cómo explica la tendencia permanente a ralentizar proyectos de gran calado, que están casi detenidos?
-Pues no sé ya si es una cuestión de carácter. Hay que recordar, por ejemplo, cuánto debate hubo respecto a la construcción del Centro Botín, un debate a muerte; y ahora la misma vehemencia que tenemos de resistencia a los cambios, la tenemos para incorporar a nuestra vida diaria algo nuevo, de tal modo que parece que nunca hubo conflicto. Se forman bandos y luego se olvidan los debates.
-Ese era un proyecto privado, ¿y el resto?
-La colaboración entre lo público y lo privado es fundamental. Por ejemplo para los propios creadores para que no vivan siempre al albur de lo que les pueda llegar de lo público. Algunos proyectos ya no pueden ser gestionados de manera artesanal sino aplicando métodos de gestión surgidos de esa combinación que es necesaria, básica y fundamental.
-Se ha referido en ocasiones a la proyección del CDIS...
-El Centro de Documentación de la Imagen es muy importante. Y la idea de crecimiento es esencial. La labor que está haciendo Manuela Alonso es clave y quiero que sea la interlocutora de PHotoEspaña en Santander. Y, sobre todo, que exista el intercambio con otro espacios, mucho recorrido y muchas posibilidades de futuro.
-Recientemente el profesor Javier Díaz ha lanzado la propuesta de creación de una 'Oficina de proyectos urbano culturales'. ¿Qué opina?
-Javier Díaz ya elaboró el documento que sirvió de embrión de lo que luego desarrolló el Plan Director. No pude acudir a esa conferencia, pero lo que está claro es que las estructuras se van a tener que ir adecuando a la dimensión de la proyección cultural. No podemos tener estructuras de hace veinte años y deben aplicarse nuevas formas de gestión y de colaboración, nuevos equipos...
-¿Qué sello le gustaría dejar en su gestión?
-Ciudadanos no tiene el síndrome del adanismo, eso de llegamos y se inaugura el mundo. No, no es así. En cuestión de estilo de gestión vamos a intentar conciliar y desbloquear. Desarrollar y potenciar esa ambición de ciudad, ser más y llegar más lejos. Y la participación, que en la cultura es muy importante. El efecto retorno, la evaluación. Qué cosas funcionan y cuáles no. Evaluar todos los procesos y proyectos culturales, una evaluación continua de los niveles de satisfacción ante el hecho cultural. Y, por supuesto, trabajar en todo lo que contribuya a desbloquear.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.