Primer juicio con jurado en Cantabria en la era covid: el crimen del anciano maniatado se verá en la Audiencia esta semana

El lunes 19 de octubre se prevé entregar a los miembros del Jurado el objeto del veredicto y comenzará la deliberación.

Se trata del primer juicio con Jurado Popular que se celebra en Cantabria con las medidas sanitarias y de seguridad motivadas por la pandemia.

La víctima de este crimen, Ángel Prieto Cobo, de 81 años, murió tras sufrir un asalto en el que fue maniatado y amordazado.

El Ministerio Fiscal achaca a los acusados delitos de asesinato, robo, detención ilegal y lesiones leves. Son dos hermanos de Euskadi y un santanderino, a los que se considera autores y cooperador necesario.

La Fiscalía solicita para cada acusado 35 años de prisión: 23 años de cárcel y libertad vigilada durante 10 años más por asesinato, por robo con violencia tres años, y por robo con violencia en casa habitada 5 años más.

Asimismo, por detención ilegal pide cuatro años más de cárcel y por las lesiones leves una multa.

Los hechos ocurrieron en febrero de 2017 en un local de Santander al que acudía todas las mañanas el anciano para cuidar sus pájaros.

La Policía comprobó que el móvil de los hechos fue el robo y que el objetivo de los autores era el dinero y las joyas que la víctima guardaba en una caja fuerte.

La tesis de los investigadores policiales era que, para intentar averiguar donde tenía esos efectos, los acusados ataron y amordazaron al hombre en el garaje, donde murió asfixiado.

Según explicó en su momento la Policía, los autores de los hechos se desplazaron después hasta el domicilio del anciano que se encontraba en las inmediaciones del local en el que apareció su cadáver.

Allí estaba la pareja sentimental del fallecido, a la que también maniataron antes de hacerse con las joyas que se encontraban en la caja fuerte.

En septiembre de 2018, un año y medio después de los hechos, la Policía difundió una llamada anónima a la Cruz Roja de Madrid que había dado datos sobre el crimen y solicitó la colaboración ciudadana para identificar a su autor, lo que fue posible días después.

Según informó entonces la Policía a través de Twitter, la identificación se hizo por las pistas aportadas por los ciudadanos sobre la voz de la llamada que se había decidido difundir. La llamada se hizo un día después del crimen desde una cabina situada en Vitoria a la Cruz Roja de Madrid.

El hombre que la hizo, uno de los acusados, fue detenido en Getxo (Bizkaia) por la Ertzaintza pero no por este caso, (todo un profesional del delito, apodado el 'Bertín Osborne vasco) y los resultados de ADN confirmaron su presencia en la vivienda asaltada en Santander.

Según el juez instructor, las diligencias practicadas han probado que el hermano de este acusado también estaba en Santander en el momento del suceso y que lo acompañó.

Al tercer investigado, un santanderino, se le considera cooperador necesario por llevar a los otros dos a hacer vigilancias, después al lugar del crimen y por último a su propia casa.