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Ya ha pasado un año. Hace doce meses empezaron a predominar las señales con el 30 como velocidad máxima en los viales de las ciudades. El cambio avisaba del estreno de Santander, y del resto de municipios, como, 'Ciudad 30'. Entonces tocó sensibilizar a ... la ciudadanía y fue habitual toparse con operarios que se encargaron de instalar nuevas señalizaciones. Ocurrió lo mismo en Torrelavega, aunque en la ciudad llevaban ya años circulando por el centro con ese límite.Se adelantaron al cambio. ¿Y cuál es el balance desde la entrada en vigor de la medida? Depende. Entre los ciudadanos la opinión es variada. No obstante, la mayoría coincide en que no se ha respetado la limitación. «Apenas se ha notado», reconoce Juanjo de la Torre, presidente de la Asociación de vecinos Los Arenales del barrio Castilla-Hermida. «No ha cambiado casi nada la situación», coincide Ricardo Sainz, presidente de la Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (Fecav).
Más allá de sensaciones, se fijan en los paneles colocados a lo largo de la ciudad que muestran la velocidad de los vehículos y casi nunca aparece el número que deberían. Sin embargo, el concejal de Personal y Protección Ciudadana del Ayuntamiento de Santander, Pedro Nalda, apunta que «la experiencia desde su implantación es positiva». Y lo resume con datos. A lo largo del 2021 -las cifras son anuales-, la Policía Local de la capital cántabra hizo un total de 157 controles de velocidad en los que se paró a 34.128 vehículos, de los cuales 343 fueron sancionados por no respetar los límites. Se hicieron más del doble de controles que durante el 2020, si bien ese fue un año atípico, pero el aumento de las multas no ha sido tal: se denunciaron 262 vehículos. El edil subraya que «no ha habido un aumento proporcional» lo que significa que la medida «se respeta». Es más, durante el año pasado no hubo fallecidos en la ciudad «ni por accidente de tráfico ni por atropello». Tampoco en Torrelavega las cifras reflejan un aumento significativo en el número de multas. En concreto, en la zona 30, durante 2020 se pusieron 8 multas por exceso de velocidad (conviene tener en cuenta lo atípico del año), a lo largo del 2021 la cifra de sanciones ascendió a 33 y en lo que va de año no se ha puesto ninguna.
Santander
343vehículos fueron sancionados en la capital cántabra a lo largo del 2021 de los 34.128 que fueron parados por la Policía Local a través de 157 controles de velocidad realizados.
Asociaciones
La norma
Pedro nalda
Concejal Protección Ciudadana
Torrelavega
41multas se han puesto en las zonas 30 de Torrelavega por exceso de velocidad entre el 2020 (8) y el 2021 (33). En lo que va de año todavía no se ha sancionado ningún vehículo.
Pedro Pérez
Concejal de Seguridad
Sin embargo, dejando a un lado las sanciones, los vecinos y las asociaciones comparten la sensación de que la nueva norma no se respeta. «No ha variado nada. Hemos hecho mediciones y vemos que todo sigue igual. Se ha avanzado muy poco», valora Rafael Casuso, de Cantabria ConBici. El colectivo coincide en que los vehículos que circulan por las zonas 30 no respetan los límites. Ocurre en la Avenida de Los Castros donde «hay visualizadores de la velocidad». Y ese problema se traslada al resto de la ciudad. «El Ayuntamiento no tiene una política clara de movilidad sostenible. No hay un plan global, que es lo que pedimos siempre», añade Casuso.
Eso sí, la medida está bien valorada. De eso no hay duda. «Es muy acertada», reconoce Maryan Cicero, presidenta de la asociación de vecinos Besaya, en Torrelavega. Sobre todo porque ofrece «más seguridad para los peatones». Sin embargo destacan que la falta de control «hace disminuir la efectividad de la medida». La limitación «está bien», dice también Juanjo de la Torre, de la Asociación de vecinos Los Arenales, en la capital. Pero «hay que comprobar que se cumpla», valora. Y para ello entiende que la mejor forma es con la implantación de radares y a través de las multas. «Y hacerlo en serio», subraya De la Torre. Un asunto que ya trasladaron a la alcaldesa, Gema Igual, para tratar de buscar la mejor manera de gestionar la velocidad de los vehículos.
Aunque no todo son quejas: «En Cueto y Monte se están haciendo controles», reconoce Santiago Sierra, presidente de la Asociación de Vecinos de Cueto. En la zona ven presencia policial, clave «para que la medida se respete», añade. Porque hay coches y motos que «van muy lanzados». No obstante, a veces da igual invertir en controles y sanciones porque el problema de raíz es «la educación», opina Sierra.
En esa misma línea avanza la valoración del portavoz de las mesas de movilidad, Javier Polanco: «Parece que se están consiguiendo resultados, pero en la periferia sigue habiendo la sensación de que se corre más», explica. Una primera percepción a falta de conocer los últimos datos de siniestralidad. Así, el balance de estos primeros doce meses con las zonas 30 ya en vigor en Santander y Torrelavega dibuja una diversidad de opiniones entre vecinos y ayuntamientos.
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