A prisión un hombre de 57 años acusado de tráfico de drogas

Todo empezó el pasado lunes 6 de febrero, cuando agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana observaron un vehículo «sospechoso» saliendo de una calle próxima a General Dávila, en la capital, que sabían que estaba relacionada «hace tiempo con el tráfico de sustancias estupefacientes a mediana escala».

Los agentes interceptaron el vehículo y lo registraron. Entre las pertenencias del conductor encontraron dos carteras que contenían 1.115 euros en dinero fraccionado, en billetes de 50, 20 y cinco euros. El coche fue requisado y sobre el asiento del copiloto se localizó un bolso en el que había otros 2.000 euros en billetes de 50 euros. El último hallazgo fueron 12 envoltorios de lo que pudiera ser cocaína, ocultos en el interior de dos subrayadores huecos, por lo que los agentes procedieron a la detención del hombre.

Los hechos se pusieron en conocimiento del Grupo de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Cantabria, a quienes las investigaciones pertinentes acabaron llevando a un domicilio en Bezana. Allí incautaron 262 gramos de cocaína en roca, «cuyo valor en el mercado ilícito una vez adulterada superaría los 30.000 euros, 62 gramos de MDMA (más conocido como éxtasis, una droga sintética que actúa como estimulante y alucinógeno) que rondarían los 3.000 euros, cerca de un kilo de hachís que alcanzarían los 7.000 euros y dos kilos de sustancia de corte (cafeína y ácido bórico).

Los agentes intervinieron, por otro lado, varios útiles necesarios para el tráfico de drogas, como cuatro balanzas de precisión y los recortes circulares de plástico que se utilizan para confeccionar las dosis de cocaína. También encontraron «diversos envoltorios de medio y un gramo de cocaína y MDMA dispuestos para la venta inmediata».

El detenido, que cuenta con antecedentes policiales, fue puesto a disposición judicial y se ha decretado su ingreso en prisión. La Policía Nacional ha recordado que dispone de un correo electrónico antidroga@policia.es en el que cualquier que tenga sospechas de que se está traficando con drogas en su entorno puede hacer la denuncia correspondiente. Sobre estas comunicaciones se garantiza siempre el anonimato y la máxima confidencialidad del informante.