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El problema de funcionamiento de las emisoras de la Policía Local de Santander –que han estado fallando desde que se instalaron en 2016– ha alimentado tanto el debate en la última semana que ha terminado por convertirse en uno de los asuntos más espinosos ... para el Ayuntamientode la capital a pocos días de la cita con las urnas del próximo 28 de mayo. Todo después de que la última caída importante de las comunicaciones, sucedida en la mañana del pasado lunes, haya servido de chispa para avivar el fuego de una queja sindical que viene de lejos y que ahora ha derivado en un cruce de acusaciones entre el Consistorio y los trabajadores en que unos recriminan a otros no decir la verdad.
Los sindicatos aseguran que el problema de las comunicaciones, que inhabilitaron totalmente las emisoras el lunes, obligó al sargento al mando a dar la orden de regreso a la base a varias patrullas que estaban por las calles para recibir nuevas órdenes con las que continuar después con el servicio. El Ayuntamiento, sin embargo, desmintió ayer «categóricamente» a través de un comunicado «la retirada de los coches patrulla de la ciudad a causa de las emisoras». Lo cierto es que lo sucedido tiene matices.
A las nueve y media de la mañana del pasado lunes el sistema de comunicaciones de las emisoras de la Policía Local de la ciudad se cayó. Un sistema que comparten también los Bomberos y los profesionales de Protección Civil que dependen del Consistorio. Con el objeto de mantener el servicio, el sargento que estaba al mando en ese turno buscó transmitir las órdenes por dos vías alternativas. Por un lado utilizó los teléfonos móviles, un recurso bastante habitual con el que los agentes están librando «los fallos continuos que las emisoras presentan cada día». Por otro, ordenó a otros uniformados que regresaran a la base para recibir las órdenes en persona, tras lo cual continuaron con su trabajo.
«En ningún momento hubo un plante de los profesionales», informan fuentes policiales. Nadie se negó a trabajar;pero la circunstancia sí que obligó a ciertas patrullas que estaban por la ciudad a regresar a la base, todavía operativa en la calle Castilla, para recibir órdenes conforme a los requerimientos ciudadanos antes de regresar a las calles. Fue una complicación organizativa derivada de la imposibilidad de comunicarse por la vía normal;pero el hecho ha trascendido de tal manera que ha levantado tal polvareda en plena campaña electoral que la alcaldesa, Gema Igual, anunció ayer en un comunicado la convocatoria de una reunión para hoy, jueves, en la que abordar esta cuestión. La regidora ha citado al concejal de Protección Ciudadana, Pedro Nalda, a un representante de todas las secciones sindicales (UGT, CC OO, CSIF, USO-APLB y SIEP) y a los responsables del área de Innovación. «La reunión servirá para analizar, una vez más, las causas por las que, a pesar de las mejoras introducidas, el sistema de comunicaciones sigue sin funcionar correctamente y estudiar posibles alternativas con el fin de conseguir un óptimo funcionamiento de las emisoras, un servicio fundamental para la Policía Local en su labor diaria», explica el Ayuntamiento en el texto de la nota.
Los sindicatos prefieren tener esperanzas, aunque la realidad, dicen, es otra. «Hay quien nos está acusando de hacer política con esto, pero nada más lejos de la realidad», asegura David Madera, policía local y responsable de CC OO. «Nosotros lo que queremos es trabajar de forma digna y segura, algo que no se está haciendo ahora porque si no podemos comunicarnos entre nosotros, nos ponemos en peligro».
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) lleva denunciando el estado deficiente de las comunicaciones desde hace años. De hecho, fue este colectivo quien lo denunció a Inspección de Trabajo, organismo que el pasado 26 de abril emitió un requerimiento al Ayuntamiento en el que advertía de que el estado de las emisoras «pone en riesgo» a la Policía de Santander. «No es algo que estemos denunciando ahora porque llegan las elecciones. Es algo que llevamos reivindicando desde hace años, porque es desde hace años que está fallando el sistema», informa Manuel Garzón, representante de ese sindicato.
El problema, defiende Óscar Gómez, del Sindicato Independiente de Empleados Públicos (SIEP), es que «se han estado lanzando la pelota de tejado en tejado, de la Concejalía de Innovación, cuyo responsable es Felipe Pérez Manso, a la de Protección Ciudadana, que depende de Pedro Nalda, sin solucionar el problema». La duda, dicen, es si la alcaldesa hará hoy una nueva promesa o pondrá una solución sobre la mesa.
El problema con las comunicaciones de la Policía Local no se circunscribe a estos agentes sino que se extiende también a los bomberos de la capital y a los especialistas de Protección Civil que dependen del Ayuntamiento. «En mitad de un incendio o en un accidente, a veces no hay manera de comunicarse ni con el camión ni con la central», asegura Luciano Lastra, bombero de Santander. «Al final optamos por comunicarnos con un sistema similar al de los walkie talkie. Es la única manera, pero no es profesional», critica Pedro Diego, también bombero.
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