El propietario del edificio de la calle Santa Clara dice ahora que no le dará un uso turístico

En una misiva firmada por el apoderado de Global Cuena, Marcos Brea, a la que ha tenido acceso El Diario Montañés, aseguran a los vecinos que «esperamos y deseamos que estén bien y aspiramos a iniciar una nueva etapa de convivencia positiva en el edificio». Explican que se dirigen a ellos mediante esta carta formal «con el propósito de clarificar nuestras intenciones» como próximos propietarios del inmueble donde residen desde hace años «y ante sus recientes declaraciones a diferentes medios de comunicación». Según apuntan desde el fondo inmobiliario, son los vecinos quienes no habían entendido sus intenciones tras la adquisión del inmueble: «Sus declaraciones reflejan que no conocen nuestro plan para este edificio y les rogamos nos disculpen por la confusión que este desconocimiento ha creado».

Como continúa el texto, se presentan como «una empresa familiar y patrimonialista, que tenemos una trayectoria y una reputación en el mercado inmobiliario nacional, que no queremos ni podemos hacer nada mal en el edificio, ni menos con ustedes como inquilinos». Aseguran ser «plenamente conscientes» de sus derechos y garantizan que los respetarán «escrupulosamente».

Global Cuena también les traslada que tienen experiencia en este tipo de inversiones en edificios: «Nunca hemos tenido ningún problema y siempre hemos logrado el éxito y el entendimiento entre nuestro equipo y los vecinos. No hay ni habrá ninguna presión para que se vayan del edificio». Además, se comprometen «a que no planeamos dedicar el edificio, ni ningún piso, a apartamentos turísticos ni a ninguna actividad que contravenga la legislación actual de Santander. La legislación de apartamentos turísticos es cada vez más restrictiva y llegará a ser equiparable a los hoteles; y nuestras inversiones son a largo plazo. Dedicaremos el edificio a venta o alquiler, siempre respetando la legislación vigente y amparados en las licencias correspondientes».

También comparten a través de la carta los planes concretos que realizarán en el inmueble: «Vamos a mejorar el edificio y asegurar que cumple con la legislación vigente en materia de seguridad». Global Cuena explica que realizarán obras de rehabilitación en zonas comunes, en instalaciones y en fachada, porque algunas presentan graves deterioros, avanzada obsolescencia e incumplimientos manifiestos de diversas normativas. «Este desgaste es consecuencia de la falta de inversiones realizadas en el edificio en los últimos años. Nuestro compromiso es actualizar a conciencia el edificio».

Al final del texto, el representante de la firma insiste en que «su bienestar y garantizarles el disfrute de una vivienda digna entra dentro de nuestro plan de inversión y nuestro proyecto de adquisición desde el inicio». También apunta que ya se han reunido con algunos de los inquilinos y que su intención es hacerlo con todos para «iniciar una nueva etapa en el edificio; les aseguro que va a ser muy distinta de la pasada».

Aunque la carta tranquiliza a los vecinos, sí ha habido cambio de criterio en el fondo inmobiliario, ya que en un primer encuentro con los arrendatarios, hace aproximadamente un mes, les trasladaron ofertas para que abandonasen el inmueble, donde viven de alquiler –la mayoría con renta antigua–. De hecho, algunos trasladaron a este periódico las ofertas recibidas, que incluían pagarles la mudanza a otra vivienda y una suma económica.