El proyecto de Magallanes cambia y la calle Florida tendrá escaleras mecánicas

Las intervenciones incluyen Magallanes, Isabel la Católica, Florida, Rubio y Gravina, en las que se trabaja en seis fases distintas. La parte centro y oeste de Magallanes ya está terminada, mientras que en el resto de la calle se operará en las próximas fases. Florida, sin embargo, ha sido retirada del proyecto y no se llegará a levantar. Al menos, por el momento. El lunes la Junta de Gobierno Local autorizó la redacción del modificado con el que se elimina esta calle del proyecto; los cambios se han producido porque en esa misma vía se van a colocar rampas y escaleras mecánicas que conectarán Jesús del Monasterio y Juan XXIII. Y no se arreglará la calle hasta que no se proceda a la instalación.

«No tiene sentido que nos pongamos a trabajar en la calle si luego hay que poner allí las escaleras», razona el concejal de Fomento, César Díaz.El proyecto de movilidad vertical que se desarrollará en esta calle todavía se está redactando. Cuando las obras en las calles de alrededor finalicen y el texto esté listo, se actuará conjuntamente en la colocación de las escaleras mecánicas y la renovación del pavimento.

Este proyecto en Magallanes y alrededores tiene el objetivo de completar el proceso de renovación urbana que se está realizando en los últimos años en el entorno del barrio cultural de La Florida, donde ya se han abordado otras intervenciones como las desarrolladas en las calles Cisneros, Rubio, Gravina o Cervantes.

Las intervenciones más destacadas son la renovación de las aceras, el firme y los servicios de abastecimiento y saneamiento, además de la incorporación de nuevos elementos ornamentales y mobiliario urbano. El diseño sigue el modelo de las obras ya ejecutadas en Cisneros, Rubio y Gravina para dar continuidad a la imagen del barrio de La Florida.

Estas obras no afectarán al número de aparcamientos que hay en estas calles, a los vados de acceso a garajes ni a la ubicación de los contenedores. En la acera sur de Magallanes, también se habilitará una pequeña zona, de 45 metros cuadrados de superficie, para dotarla de dos jardineras y mobiliario urbano. Se pavimentará con losas de colores variados que enlazarán visualmente con la calle Rubio. De hecho, esta franja de pavimento singular se prolonga bordeando el MAS y la Biblioteca de Menéndez Pelayo para reforzar el carácter específico de los edificios.

La calle Gravina tendrá un tratamiento más específico por su ubicación adyacente a la biblioteca y al museo, lo que lleva a plantear su semipeatonalización de manera que, sin suprimir espacio de aparcamiento, se eleve la calzada al nivel de la acera, que se pavimentará con granito. En esta calle se acometerá la renovación de los servicios de abastecimiento y saneamiento y los entronques a la red viaria.