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El proyecto que permitirá reabrir el antiguo túnel del tranvía entre Tetuán y El Sardinero estará concluido al inicio del verano. Eso sí, peatones y ciclistas no podrán asomarse y utilizar este espacio hasta los primeros meses de 2019. Para conseguir llegar a tiempo, ... la pasada semana ya fue extraído todo el agua que había en su interior, una tarea que facilitará el desarrollo de diversas cuestiones técnicas, necesarias para poder abordar todos los trabajos.
De este modo, a partir de ahora se desarrollarán las labores de levantamiento taquimétrico mediante escaneado de láser y las de detección de discontinuidades con georradar. Al tiempo se continúa con los estudios geotécnicos que permitirán obtener más datos sobre la formación rocosa que atraviesa el túnel, los materiales de revestimiento y su estado de conservación. También se estudiarán los flujos hidráulicos que le afectan.
Así lo ha avanzado hoy el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, quien asegura que los estudios previos acabarán a finales de mayo y el diseño para la reapertura estará listo para el verano.
Una vez terminadas las tareas en el interior, durante la semana que viene está previsto realizar estudios geofísicos mediante tomografía eléctrica en las calles Barrio Camino, Alto de Miranda y Ramón y Cajal. Y ya en la primera quincena del mes de mayo, se ejecutarán los sondeos y piezómetros que permitirán conocer el régimen hidráulico del sistema.
Los trabajos de campo se completarán con ensayos de laboratorio de las muestras obtenidas y se prevé que el alcance completo del estudio pueda estar concluido a finales de mayo, según ha explicado Díaz.
El túnel de Tetuán -el auténtico, no el que en los años 80 se abrió para los coches- fue inaugurado en 1892 para que circulara el tren de Pombo, un pequeño ferrocarril o tranvía urbano de vapor que comunicaba el centro de la ciudad –el recorrido se iniciaba en la calle del Martillo (Marcelino Sanz de Sautuola)– con El Sardinero y sus ya entonces populares Baños de Ola. Cuando se abra de nuevo, quienes se adentren en él se toparán en el camino con alguno de los apartaderos de aquel tranvía y alguna cartelería de la época que recuerde la historia del túnel, o al menos eso contempla el proyecto. El túnel ha estado décadas cerrado. Se habilitó durante la Guerra Civil como refugio antiaéreo, y en los años 50 del pasado siglo se reabrió como paso peatonal hacia el Sardinero, hasta que fue nuevamente clausurado y tapiando sus dos bocas.
Ahora, para poder reabrir el túnel será necesario una inversión de tres millones de euros y adecuar los accesos desde ambas vertientes del túnel y todo su trazado.
Entre otras actuaciones, habrá que intervenir en la boca oeste, en Tetuán, para construir una rampa que haga accesible el túnel, mientras que en la boca este, en el Sardinero, habrá que retirar los rellenos actuales y acondicionar el acceso. También serán necesarios trabajos de revestimiento e impermeabilización, la pavimentación de los 460 metros del túnel y la dotación de nuevos servicios de alumbrado, saneamiento, ventilación y protección contra incendios, explica el Ayuntamiento de Santander
César Díaz ha recordado que la reapertura del túnel era una demanda de vecinos y hosteleros del entorno que el equipo de gobierno municipal se comprometió a estudiar y acometer si era viable desde el punto de vista técnico y económico, como así ha sido finalmente. De hecho, Díaz resalta su interés «no sólo desde el punto de vista de la movilidad, sino también por su historia y su atractivo turístico».
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