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Aquí no se sopla. Se saca la lengua. El agente, con unos guantes –para que no exista riesgo de contaminar la prueba– rasga el envoltorio del 'DrugWipe 5S' y extrae el pequeño aparato. El que usan ahora es individual, de un único uso. Toma una muestra de saliva con tres «esponjillas» y, después, se escucha un 'click'. La cápsula interna que lleva el test se rompe y la saliva se mezcla con las sustancias que contiene. Un minuto después se sabrá si el conductor ha consumido uno de los tres tipos de droga que se detectan con este examen. Opiáceos o cocaína, THC (cannabis) o anfetaminas y metanfitaminas. Así funciona el Drogotest. La escena es real, de ayer mismo a eso de las siete de la tarde. En el puente sobre las vías que va de Nueva Montaña hacia el Carrefour de Peñacastillo, en la calle Hermanos Calderón. La Policía Local de Santander puede, desde esta semana, hacer esta prueba. En este control no hay positivos. «Pero ya ha saltado el primero hace una hora, en Cuatro Caminos».
El aparato El que usan estos días toma una muestra de saliva y detecta tres grupos de sustancias
La sanción El positivo en el Drogotest supone una multa de 1.000 euros y seis puntos en el carné
Fue el estreno. El primer positivo. El lunes ya podían utilizar el test y hubo controles rutinarios dentro de la campaña que estos días está operativa para controlar comidas y cenas de empresa. Pero no hicieron ninguna prueba con el Drogotest. Ayer sí. «Dentro de los controles, cuando estás en una campaña como esta, el test de alcoholemia se le hace prácticamente a todo el mundo. Pero si hay sospechas –la experiencia te dice mucho–, si percibes una sintomatología concreta, aunque la alcoholemia te haya dado 0,0, ahora tenemos la potestad de hacer también esta prueba», explica Fidel Noriega, C28 de la Policía Local. Habla mientras sus compañeros paran coches y comprueban documentaciones. Tres vehículos policiales y un par de motos. Además, ponen un 'búho' unos metros por delante para detectar si alguno comete –o intenta cometer– una infracción antes de acercarse al control. «Uno ha intentado darse a la fuga». Le pillaron al poco de darse la vuelta sin seguro y sin la ITV pasada. «Móvil», señalaba uno de los agentes para indicar a su compañero a otro conductor al que interceptaron hablando por teléfono.
¿La sintomatología que levanta sospechas? «Te fijas en la cara, en los ojos, las mandíbulas... Las expresiones o los gestos. Si hay sudoración...». Entonces se efectúa una prueba individual, más «prolongada en el tiempo» que la de alcoholemia, porque el resultado tarda un poco más. «Si es positiva en alguno de los tres grupos que determina el aparato se llama a Atestados y se hace uno segundo análisis de confirmación, que ya va a un laboratorio dentro del proceso que se marca para la custodia de la prueba». Ahí llega la denuncia, que supone 1.000 euros y seis puntos (si se paga antes de veinte días la sanción económica se queda en la mitad). «Puede ocurrir que de positivo en alcohol y también en drogas, pero normalmente el que va de una no va de la otra», explica el policía, que participó en unos cursos que les impartieron la pasada semana.
Fidel Noriega | C28 Policía Local
El carácter aleatorio, el que sólo se haga si hay sospecha, implica que el porcentaje de positivos sea tan alto. «De las que haces –resume Noriega–, el 60 o 70% es posible que caiga». La experiencia del agente es clave. Tanto, que explica que durante el dispositivo del último fin de semana, en el que aún no podían usar el Drogotest, «tampoco se lo hubiéramos hecho a ninguno porque no detectamos ningún caso sospechoso en este sentido».
Pero ayer sí que abrieron la bolsita de color gris similar a la de una barra energética que contiene el kit. Por delante, el nombre. En el dorso, las instrucciones de uso. El aparato que usan estos días detecta tres grupos distintos de sustancias, pero la Policía Local ya ha adquirido uno –que empezará a utilizar en los próximos días– que puede detectar hasta siete. En Hermanos Calderón, nada (salvo la prueba que hizo el redactor que escribe estas líneas para enseñar cómo se hace). Nueve alcoholemias, cero positivos. Ninguna de drogas. Pero sí en Cuatro Caminos. El primer 'cazado' conduciendo tras consumir. «Y esta noche tendremos, mínimo, otros dos controles».
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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