El PSOE califica de «chapuza» la reforma del MAS y augura «importantes sobrecostes»

Tras un semestre de obras en la sede del Museo en la calle Rubio, la rehabilitación integral sufre la consecuencia de un doble imprevisto anunciado esta semana por parte del equipo de Gobierno (PP-Cs): la debilidad de los forjados existentes, que han hecho plantear la imposibilidad o ineficacia de una estructura mixta entre lo preexistente y lo nuevo; y la necesidad de adaptación del sistema de climatización a la exigencia del control de humedad impuesta por el Instituto del Patrimonio Cultural de España. Una reforma cifrada en 18 meses y más de tres millones de euros de coste. El portavoz municipal del PSOE recordó además que en febrero ya denunció el inicio «precipitado» de las obras de reforma incumpliendo los requisitos de la Ley de Ordenación de la Edificación por una dirección técnica de la obra que no contó con un arquitecto técnico colegiado.

Los trabajos han continuado «pilotadas» directamente desde la Concejalía de Obras, cuyo titular es el teniente de alcalde, César Díaz (PP), «sin que todavía se haya resuelto el concurso convocado tras la anulación del primero, para contratar la dirección de las obras a un arquitecto y un aparejador, además de la coordinación de seguridad y salud». En este sentido, al PSOE le «alarma» el planteamiento con el que el PP «justifica los sobrecostes»y le exige que aclare en qué medida puede afectar la obra a la estructura original.

Por otra parte, Fernández augura que los sobrecostes, de los que ya advirtió el PSOE de Santander tras la adjudicación del MAS a Copsesa –por 2,5 millones de euros con una baja del 40% respecto al precio de licitación, con una crisis de materias primas de la que había advertido la Asociación de Constructores– volverán a ser «importantes». Además, censura que el MAS se encamina a cumplir cinco años cerrado tras el incendio, con «una rehabilitación marcada por los retrasos, la precipitación en el inicio de la reforma, las irregularidades en la contratación y los sobrecostes para los santanderinos».