El PSOE exige contenedores para recoger la materia orgánica

Contenedores específicos para la materia orgánica. Los socialistas del Ayuntamiento de Santander piden que se instalen este tipo de cubos para reducir «a la mitad» la basura urbana no aprovechada, implicar a las familias, vecinos y vecinas en el compostaje y contribuir a la reducción de la contaminación ambiental, mejorar la calidad del aire y la salud de la ciudadanía.

Coincidiendo con el Día Internacional del Reciclaje, que se celebra este domingo, los socialistas presentarán una moción al próximo Pleno en la que reclamarán campañas de concienciación que proporcionen información sobre la producción real de residuos, su tratamiento y recuperación, así como de la gestión de residuos para fomentar el consumo responsable y priorizar la reducción, la reutilización y el reciclaje de residuos. «La materia orgánica biodegradable o fermentable contenida en los residuos municipales constituye casi la mitad de la bolsa de basura», expone el concejal del PSOE Néstor Serrano.

El edil defiende que es necesario ampliar y aumentar el número de contenedores a cinco para que «todas las personas tengan accesible a sus domicilios la posibilidad de reciclar materia orgánica, envases, papel, vidrio y resto, de manera que se puedan separar los residuos».

Tanto en la web municipal como en la de la empresa concesionaria Ascan-Geaser se ofrece información «confusa y engañosa» sobre los contenedores que están a disposición de los ciudadanos. En ambas páginas, promocionan un contenedor verde, distinto del de vidrio, «supuestamente destinado a la materia orgánica, pero que no existe, ni ha existido en la ciudad de Santander más allá de una publicidad ficticia». Serrano recalca que en numerosos ayuntamientos en España ya han instalado los llamados 'contenedores marrones', unidos a una campaña de sensibilización para dar a conocer la medida y para que la sociedad se implique.

En este contenedor marrón se podrán depositar restos de cocina: fruta, pieles y cáscaras de frutos, verduras y hortalizas, posos de café o infusiones, cáscaras de huevo machacadas, restos de jardín –plantas, hojas, flores, hierba– o servilletas de mesa de papel, serrín y bolsas de papel usadas.

Para los socialistas, un mal tratamiento de estos residuos, su incorrecta gestión, el despilfarro de recursos y la contaminación ambiental «son efectos indeseados e indeseables, con unas consecuencias del todo insostenibles». La fermentación de esa materia orgánica «está generando en los vertederos grandes volúmenes de metano, un potente gas de efecto invernadero, que al emitirse al aire contribuye al calentamiento global».