Durante este último año y medio, desde que la entidad bancaria anunciara su intención de trasladar a Santander su ingente y valiosa colección de arte, la intervención arquitectónica no ha estado exenta del debate y la polémica. Y precisamente la idea de acristalar el arco y convertirlo en paso, nexo y lazo del proyecto, es el mantra de las reflexiones y la madre de todas las batallas. El salto cualitativo se registró este lunes con la petición pública del grupo municipal socialista en la que se insta a replantear la obra museística «para que no suponga el cierre visual del arco del banco Santander».
El concejal Néstor Serrano ha pedido que se solicite a la entidad promotora de la actuación (banco Santander) y al estudio del arquitecto (el británico David Chipperfield) redactor del citado proyecto, que se presenten «alternativas que permitan la reconversión del edificio como museo sin tener que ocupar el espacio visual de la calle Sanz de Sautuola».
«Es admirable la muestra de generosidad de la iniciativa y el gesto de compromiso con la ciudad»
El edil subraya en todo momento «la generosidad que la iniciativa cultural supone para Santander». No obstante, presenta una moción para que «se estudie la posibilidad de barajar alternativas con las que no se «obstaculice» la salida visual de la emblemática calle Martillo, como se la conoce popularmente. Néstor Serrano justificó la moción socialista, expresada este lunes a través de un comunicado, «tras escuchar a muchos vecinos de la zona que no quieren que la adaptación de la sede social del banco 'obstaculice' la salida visual de la calle hacia la bahía». En la moción, que se debatirá en el Pleno del jueves, el PSOE pide de manera textual que el Ayuntamiento solicite a la entidad promotora y al estudio, que «se presenten alternativas que permitan la reconversión del edificio como museo sin tener que ocupar ese espacio visual» del arco.
La sede social de la entidad financiera, entre los números 9 y 12 del paseo Pereda, se convertirá en 2023 en un nuevo espacio que albergará la colección privada de arte del banco Santander (integrada por fondos de muchas otras colecciones), así como en «un centro cultural innovador y polivalente», tal como recuerda en el texto de la exposición de motivos el PSOE. «La propuesta que se ha presentado para adecuar la edificación como museo plantea la ocupación del espacio interior del arco, lo cual supone un grave perjuicio para la ciudad que quedaría detrás, y se taponaría la salida visual de la calle hacia la bahía», destaca Serrano.
«La característica más destacada del edificio es su arco monumental, que define y divide al edificio»
«Estudiar otras posibilidades»
Además, señala el concejal, deben estudiarse «otras posibilidades porque la propuesta presentada no es la única posible y puede haber otras alternativas que no contemplen esta idea y que puedan ser valoradas antes de iniciar el proyecto». Los socialistas santanderinos quisieron dejar claro que valoran que esta nueva propuesta cultural para la ciudad reciba la unánime alabanza y el apoyo ciudadano que merece la iniciativa «porque supondrá un incuestionable beneficio para la ciudad por el equipamiento cultural y social que se pone a disposición de la ciudadanía de toda Cantabria.
Por último, el edil considera importante destacar «la admirable muestra de generosidad que la iniciativa supone y el gesto de compromiso con la ciudad». A su juicio, el nuevo museo «generará un nuevo atractivo más allá de Santander y de la región, que se unirá a otros importantes equipamientos culturales». La moción, conocida ayer, aflora justo cuando la tramitación del proyecto, superadas varias fases, ha entrado en sus semanas decisivas. El objetivo sigue siendo el de contar con la modificación puntual urbanística antes del verano y la licencia inmediatamente posterior.
David Chipperfield -conocido como el 'cirujano de los museos'-, durante su reciente visita a Santander defendió públicamente las señas de identidad de su intervención y definió el Proyecto Pereda como «complejo y sensible». En una entrevista concedida a este periódico, el arquitecto ya dejó claro que «la característica más destacada del edificio es su arco monumental, que a la vez define y divide al edificio». Lo hace especial, «pero también ocasiona problemas al intentar reconciliar lo que originalmente eran dos edificios en uno solo», precisó.
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