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Los peatones que discurran por el Paseo Marítimo tendrán que acostumbrarse durante los próximos meses, si no años, a no poder acercarse al mar en el denominado Muelle de Maura, entre el Palacete del Embarcadero y la Grúa de Piedra. La estructura en que ... fue realizado en el año 1922, como ampliación del muelle de piedra de sillería y relleno, está en tal mal estado que la Autoridad Portuaria ha optado por acotarlo e impedir que los peatones, por razones de seguridad, circulen sobre él. Está siendo acotada una franja de cinco metros de ancho por 47 de largo y todo el muelle que rodea la Grúa de Piedra.
La estructura de este muelle de ampliación fue realizada a base de pilotes prefabricados que fueron hincados en el lecho marino para luego realizar una estructura de pilares, vigas y viguetillas de hormigón armado, con estructura de hierro. Todo ello está en estado lamentable de manera que ya en septiembre pasado, ante las primeras evidencias del mal estado, fue acotado el paso al público durante la celebración del I Festival de Vídeo Mapping y artes afines 'El Puerto Encantado', con proyecciones sobre la Grúa de Piedra.
La investigación sobre el estado de esta estructura de hormigón casi centenaria arranca de mucho antes, de cuando en febrero del año 2016, debido a la corrosión de la estructura, se desprendieron los contrapesos de la Grúa de Piedra. Ésta fue desmontada posteriormente para su restauración y reposición en el lugar que de nuevo ocupa y el Puerto encargó a una ingeniería externa el estudio de la estructura palafítica de hormigón armado.
El resultado del informe, firmado en septiembre pasado, fue desalentador: el muelle de hormigón «se considera agotado estructuralmente y con su vida útil finalizada y ante el grado de deterioro es necesario introducir medidas urgentes para garantizar la seguridad». Eso pasa por impedir el paso de personas y vehículos «para evitar sobrecargas y sucesos como el ocurrido en el puerto de Vigo», dijeron ayer desde el Puerto, en referencia a cuando se hundió una parte del antiguo muelle de la ciudad gallega en agosto pasado causando casi 400 heridos y un gran escándalo político.
Los expertos contratados por el Puerto no recomiendan la rehabilitación de la estructura «lo que pasaría por la demolición de la parte afectada, lo que nos da la oportunidad de destapar el muelle de sillería original e incluso recuperarlo», informó ayer el gabinete de comunicación del Puerto de Santander.
Pero esta actuación, demoler toda el muelle de hormigón afectado por las deficiencias de su estructura, privaría a los santanderinos de una superficie importante de paseo, del que disfrutan desde hace años y que desde hace casi un siglo forma parte del paisaje ciudadano.
El Ayuntamiento prefiere que se conserve ese paseo, reconstruyéndolo en caso de que sea necesario derribarlo y el Puerto explicó ayer que «cualquier actuación que se lleve a cabo se hará en coordinación con el Ayuntamiento de Santander».
Esta «situación de grave deterioro», detectada en el informe encargado por el Puerto «debe ser analizada profundamente para ver qué se hace en ese espacio ciudadano del Frente Marítimo de Santander», en palabras del concejal de Infraestructuras, César Díaz. Y añade que «tenemos que ser capaces de intentar mantener ese espacio de uso público para la ciudad. Habrá que intentar rehabilitar esa estructura y, si no es posible hacerlo, buscar alternativas para conservar esa parte de la historia de Santander y de sus muelles y afrontar una actuación para preservar esa zona y recuperar el espacio público».
Si ante la mal estado de la centenaria estructura de hormigón armada hubiera que derribarla «se podría recuperar con la misma forma o muy parecida para que no se pierda esa zona de disfrute ciudadano, por la que pasean cada año miles de personas», acaba el edil.
El espacio que está siendo acotado llegará hasta la base de la Grúa de Piedra, que tiene su propia cimentación, totalmente estable y sólida, porque fue construida para soportar el movimiento de la grúa y su peso, así como el de los materiales que descargaba de los barcos. También es totalmente sólido el muelle de sillería y relleno sobre el que se amplió la estructura de hormigón y que a su vez, sustituyó a otra de madera, junto a la que atracaban los barcos. Ese muelle de piedra de sillería y relleno será por donde seguirán circulando los peatones hasta que se tome una determinación sobre el futuro del viejo y deteriorado muelle, para lo que pasarán meses.
Mientras tanto los peatones sufrirán los inconvenientes porque la franja de doscientos metros de longitud en la que queda prohibido el paseo y acercarse al cantil del muelle hace que la zona peatonal quede estrechada en cinco metros. El resto de paseo libre está ocupado en más de la mitad por el carril bici, así que se avecinan conflictos entre ciclistas y peatones, en especial en los días de mucho tráfico peatonal, jornadas en las que cientos de personas discurren por este paseo junto al mar, camino de los Jardines de Pereda y el Centro Botín, la estación del ferri y el nuevo Paseo Marítimo construido por el Ayuntamiento en una superficie de muelle cedido por la Autoridad Portuaria y en la que el municipio ha invertido más de un millón de euros.
El Muelle de Maura, no es el único que está en mal estado en el Frente Marítimo de la ciudad. En septiembre del año pasado se hundió parte del muelle 4 de Maliaño por el peso de un tráiler de 60 toneladas que cayó al agua. Estaba cargado con una máquina de 94 toneladas. El muelle no soportó el peso. Tiene una antigüedad de 90 años. Entonces el presidente del Puerto, Jaime González, anuncio que se estudiaría el estado de los muelles, para evitar cualquier suceso o accidente.
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