El Puerto coloca concertinas en la zona de escolleras de Raos 10 para frenar a los polizones

El Puerto explica que el aumento constante de intrusión desde el año 2015, «con los severos problemas de seguridad que esta práctica conlleva», les ha obligado a adoptar una serie de medidas destinadas a prevenir el acceso de intrusos en el recinto portuario, como la construcción de un recinto para remolques con muro de hormigón, el aumento del sistema de alumbrado, la instalación de inhibidores de frecuencia, la vigilancia con drones, un sistema de cámaras de videovigilancia o el soporte mediante vigilancia a la seguridad del puerto de Santander. Todo ello ha supuesto un desembolso de tres millones de euros.

«Algunas asociaciones, que apoyan esta forma de proceder de los migrantes que entran de forma ilegal en el Puerto, estarán en contra de cualquier medida que adoptemos. No obstante, estamos abiertos a conocer cualquier aportación constructiva que aporte soluciones para atajar este problema que nos afecta a todos», afirmaron desde la Autoridad Portuaria. Un mensaje con el que respondieron al anuncio del grupo ciudadano Pasaje Seguro, que denunciará ante el Defensor del Pueblo la colocación de las concertinas. Así lo avanzó ayer en un comunicado este colectivo, que sostiene que con la colocación de estas «cuchillas carniceras» en el Puerto, la Autoridad Portuaria «da un paso más en su proceso de criminalización de las personas migrantes que pretenden acceder a buques que van al Reino Unido». «Ese paso es el de la agresión directa», señalaron.

Para este colectivo, con esta actuación, el Puerto «contraviene» la posición del Defensor del Pueblo sobre las concertinas en Ceuta y en Melilla, y «se pone en contra de la práctica de retirada de las mismas que está llevando a cabo el Gobierno de España». «Lo que se demuestra con esta decisión es fundamentalmente inhumanidad». Pasaje Seguro cree que el director del Puerto, Francisco Martín, muestra «incompetencia» al «pretender culpar» a los migrantes.